- Modo historia y multijugador concomitantes.
- Estupenda dirección de arte.
- Multijugador atractivo.
- Mucha rejugabilidad.
- Personalización de personajes sin profundidad.
- No hay herramientas adecuadas para interactuar con otros jugadores.
Entre Parentesis
Destiny es un título de dimensiones épicas que combina distintos géneros en una experiencia única. No hay otro juego en el mercado que ofrezca las mismas características que Destiny, y eso lo hace por sí mismo un título atractivo
Tratar de clasificar a Destiny, la nueva obra del estudio creador de Halo, resulta complicado. A primera vista, Destiny podría parecer un juego de disparos en primera persona con reminiscencias de Halo y varias obras pop de ciencia ficción. Una segunda aproximación desnuda a Destiny como un juego de disparos con elementos de juego de rol masivo en línea. Curioso, porque Destiny se adentra en un terreno poco explorado en las consolas caseras de videojuegos –la PC es la plataforma líder de juegos masivos en línea–. Pero de una forma u otra, Destiny escapa a su hibridación de géneros y se presenta como un título adictivo y atractivo que toma prestados elementos de aquí y allá.
Perdidos en el espacio
El juego en línea es clave para Destiny. De hecho es el elemento que lo define. Bungie optó por fijar como requisito que el jugador se conecte permanentemente a internet para jugar Destiny. Brevemente, puedo describir a Destiny de la siguiente forma: Un título de disparos en el que debes crear un personaje que mejorará sus habilidades en función del tiempo que le dediques al título; tu personaje podrá participar en un modo Historia y en diversos modos multijugador, con la característica toral de que permanentemente estarás compartiendo tu sesión de juego con otros jugadores. La creación de sesión de juego, hay que destacar, ocurre en segundo plano, por lo que no existen salas de espera en Destiny.
La experiencia de jugar Destiny con otros jugadores es, a diferencia de muchos otros juegos en línea, amigable en cuanto al modo Historia. Podrás, por ejemplo, participar en una misión de exploración en Marte, y al mismo tiempo verás a otros jugadores explorando o combatiendo a los Cabal –la raza local–, pero sus objetivos podrían ser completamente distintos a los tuyos. También podrían estar a la caza de las mismas recompensas que tú, así que siempre existe la posibilidad de unir fuerzas y participar. Es justamente en la participación con otros jugadores donde reside el principal atractivo de Destiny; jugar el nuevo videojuego de Bungie es especialmente gratificante y divertido cuando se hace en compañía de otros jugadores. En una ocasión, por ejemplo, me encontré con un jugador con el que, sin acordarlo previamente, me enfrasqué en una misión. Tras concluirla pensamos que sería buena idea jugar algunas más. Nos hicimos “amigos” –es decir, agregó mi ID de PlayStation–, iniciamos comunicación y participamos en otras misiones; cuando miré el reloj me di cuenta que habían pasado varias horas desde que encendí la consola: Destiny es un título adictivo.
En contraparte, jugar Destiny en solitario es, por momentos, aburrido. Una vez superado el incentivo de concluir el modo Historia –lo terminé en aproximadamente 20 horas–, no encontré razón suficiente para querer repetir nuevamente las misiones… en solitario. Promediando, cada misión en Destiny tiene una duración de 45 minutos, pero tras concluirlas encontré poco incentivo para volver. Dado que parte de la estructura de Destiny pasa por la recolección de mejor equipo –desde armas, cascos, guantes, túnicas y hasta una nave espacial–, la primera vez que visité las diversas locaciones –la Tierra, la Luna, Marte y Venus– me sentí como en Reino Aventura. Naturalmente, al cabo de volver a los mismos sitios una y otra vez, el asombro fue decayendo, y las recompensas por concluir los objetivos fueron menos gratificantes. Resumiendo, la búsqueda de mejor equipo –Bungie lo llama “de vanguardia” o “legendario”– pasa invariablemente por el modo multijugador competitivo, donde periódicamente el juego recompensa al jugador con suministros de calidad.
Hablando del multijugador –Crucible–, Destiny ofrece una de las experiencias más adictivas de los últimos años. Dado su pedigrí desarrollando Halo, Bungie acopló en Destiny varios de los elementos más populares de los juegos de disparos en vista subjetiva. A diferencia de otros estandartes del género como la serie Call of Duty, la mejora de habilidades –atropellando a la lengua, la levelización– puede realizarse desde el modo Historia, por lo que pienso que el mejor incentivo para terminar Destiny es enfrentar Crucible con herramientas adecuadas. El nivel tope en Destiny es 20, y en adelante el jugador especializa sus habilidades y dedica parte de su tiempo a la caza de equipo de vanguardia o legendario. Hay que decirlo: Crucible es como un compilado de lo mejor de Halo. Los escenarios son amplios y se prestan al combate a pie o con vehículos, y ocurren en locaciones alternas a los escenarios de las misiones del modo Historia, por lo que de una forma u otra, siempre son familiares. El incentivo para jugar una y otra vez son los Crucible Points, un sistema de recompensas que ofrece equipo legendario a cambio de un puntaje específico; para “nivelar” la experiencia de los jugadores con más tiempo con los más casuales es que sólo se puede juntar cierta cantidad de Crucible Points a lo largo de una semana. La estructura de Destiny está diseñada de tal forma que tanto el modo Historia como Crucible sean experiencias concomitantes. Y esa es una gran noticia.
Diseñado para perdurar
Bungie diseñó Destiny con una idea en mente: ser el título que jugarás durante los próximos cinco años. Dicen que Activision invirtió $500 millones de dólares en Destiny –el tráiler de estreno tiene a Led Zepellin sonorizándolo–. Tan sólo el próximo mes, tres después de su lanzamiento, Bungie pondrá a la venta The Dark Below, la primera expansión para el título. La idea, medianamente distinta a la oferta de contenido digital de otros títulos, es ofrecer contenido periódico para el título que haga al jugador volver una y otra vez. La estructura ya fue probada por más de 10 millones de jugadores durante tres meses, y con seguridad será refinada en los próximos. Más misiones para el modo Historia en nuevas locaciones –los artes concepto mostraban escenarios gélidos, Plutón quizá– y nuevos mapas para el multijugador, así como nuevas habilidades, especializaciones y equipo, son motivo suficiente para que quienes jugamos Destiny volvamos a él. Destiny está diseñado para perdurar.
Igual, Destiny está lejos de ser un título perfecto. Los elementos de personalización de cada una de las razas disponibles carecen de profundidad. Si bien cada raza tiene habilidades distintas, ninguna de ellas ofrece una experiencia de juego sustancialmente distinta. Bungie implementó un sistema de razas y habilidades –que incluye montones de opciones estéticas– que en teoría debería dar al jugador opciones para jugar Destiny de la forma que más se adecúe a su estilo. Algo así como los juegos de rol masivos en línea. La diferencia es que en Destiny da igual participar en una misión Raid con seis titanes que son seis warlocks; todos las razas hacen en esencia lo mismo.
Por otra parte, el juego no ofrece herramientas adecuadas para la interacción con otros personajes. Encontrar “amigos” para jugar las misiones del modo Historia es primordialmente un asunto de suerte. La Torre, el escenario donde mejoras tus habilidades y obtienes nuevo equipo, no ofrece herramientas adecuadas para la interacción con otros jugadores. Me encantaría que en Destiny hubiera un tablero o interfaz donde pudiera encontrar a otros jugadores que quisieran completar la misma misión que yo. Incluso resultaría bastante funcional que Destiny ofreciera la posibilidad de intercambiar ítems con otros jugadores; dado que la obtención de equipo es casi siempre aleatoria, y que algunos ítems sólo son utilizables por una raza en específico, intercambiar favorecería la interacción.
Desconozco cómo será Destiny dentro de un año. Realmente noté un cambio favorable entre el Destiny que jugué el 9 de septiembre y el que estoy jugando ahora mismo. Ciertamente, por ahora Destiny no es la experiencia de proporciones épicas que Activision me vendió durante meses, pero me divierto mucho jugándola.
El veredicto
Destiny es un título de dimensiones épicas que combina distintos géneros en una experiencia única. No hay otro juego en el mercado que ofrezca las mismas características que Destiny, y eso lo hace por sí mismo un título atractivo. Encima, la refinada dirección de arte y pedigrí de Bungie diseñando multijugadores, hacen de Destiny un título obligado para los fanáticos de los juegos de disparos en primera persona y la ciencia ficción. Y si eso no es motivo suficiente para que lo desees, también puedes bailar.