- Duración de batería de dos días
- Rastreo GPS sin uso de datos ni sincronización al celular
- Certificación IP 68
- Compatible con cualquier Android 4.3 o superior
- Conectividad NFC
- Google Wear aun con inconsistencias para algunos comandos de voz
- Google Now sólo funciona con conexión a internet
- Mala visualización del display bajo la luz intensa del sol
- Sincronización de música complicada
Entre Parentesis
Este reloj es ideal para las personas que buscan siempre las últimas tendencias en tecnología y al mismo tiempo llevan un estilo de vida apegado al deporte. El SmartWatch 3 se siente cómodo y no es necesario preocuparse todo el tiempo por la batería, dejando como desventaja más notable la calidad de la pantalla.
Un diseño por encima de todo deportivo
Desde que lo saqué por primera vez de su empaque y sentí los materiales me quedó muy claro que Sony no había renunciado a su línea deportiva en la tercera generación de sus relojes inteligentes. El material de plástico suave le da un aspecto completamente deportivo, tanto en el modelo negro, como en el verde lima; de ahí que lanzaran una versión completamente metálica que aunque no he tenido la oportunidad de tener en las manos, sin duda es la mejor opción para quien está en busca de un gadget que combine tecnología y moda, porque los primeros dos modelos no lo hacen.
A su favor puedo decir que es uno de los más cómodos, pues tiene un peso de apenas 45 gramos y el tamaño de su pantalla es de 1.6”, lo cual hace que no se sienta una diferencia muy marcada respecto a la sensación de tener un reloj tradicional. La pequeña pantalla es removible de la cinta con la intención de que puedas conseguir el resto de las bandas por separado. En esta pequeña pieza del display nos damos cuenta que es uno de los smartwatches más accesibles, dado que no cuenta con sensores de tecnología tan avanzada como otros; se limita a un sensor de luz ambiental, acelerómetro y un puerto microUSB cubierto por una tapa de goma para evitar la entrada de agua al interior del reloj, pues éste cuenta con una certificación IP 68.
Planteado lo anterior me atrevería a decir que representa la mejor opción para los deportistas y aventureros, ya que si bien no es el único resistente al agua y polvo, éste tiene la ventaja de ser cómodo, a diferencia del Gear S que también cuenta con certificación IP, pero cuyo tamaño lo hace poco práctico para salir a correr con él o realizar alguna actividad física, o bien, frente al Gear Fit, que tiene un sistema operativo mucho más limitado.
El negrito en el arroz del diseño
Queda claro que este smartwatch tiene un diseño que cuida el estilo sin caer en las pretensiones, sin embargo una de sus características que me parece peca de sencilla es la pantalla. Con una resolución de 320 x 320 pixeles no parece tan alejado de sus competidores, hasta que comparamos la tecnología de retroiluminación que bajo la luz intensa del sol da resultados poco atractivos. Si bien no se pierde la visibilidad del contenido del display, los contrastes se disparan hasta tonos opacos al grado de verse en blanco y negro, algo que lo pone muy en desventaja frente a la tecnología OLED empleada por Samsung en sus relojes inteligentes.
En velocidad de respuesta al tacto y visualización de texto no atravesé ningún inconveniente; la interacción de las tarjetas del sistema operativo Google Wear fue siempre rápida y el tamaño es ideal para leer –dentro de las posibilidades– correos electrónicos o textos largos de las aplicaciones de mensajería.
¿Qué tan dependiente es del celular?
Sin duda, la propuesta de Google para los wearables es interesante, pues logra una gran integración entre el reloj y el celular, y aunque el smartwatch es uno de esos modelos que necesitan forzosamente la conexión al teléfono para funcionar tiene un par de detalles muy atractivos, como un localizador GPS que no necesita de la conexión al teléfono para rastrearte. Esto le permite a las personas que suelen hacer ejercicio salir a correr, o realizar cualquier tipo de actividad, sin depender del celular; basta con regresar a casa y sincronizar la información con la aplicación para registrar la ruta, los kilómetros y la velocidad de la carrera, algo que –nuevamente– los deportistas pueden aprovechar muchísimo. Personalmente disfruté mucho esta característica, pues brinda comodidad al salir, ya que al contar con 4 GB de almacenamiento interno incluso pude prescindir del teléfono para escuchar música; bastó con cargar mis audífonos Bluetooth.
Eso sí, tengo que advertir que dos de los procesos que aparentemente tendrían que ser rápidos resultaron mucho más complicados de lo esperado. El primero de ellos fue comenzar a utilizar el reloj, pues para ello es necesario descargar primero la app Android Wear en el celular y luego esperar un proceso de sincronización entre el SmartWatch y el celular, el cual me tomó más de media hora; espero de todo corazón que esto sólo me haya sucedido a mi como consecuencia de algún comportamiento raro en mi conexión a internet (comenten en la sección de abajo si alguno de ustedes atravesó por un proceso similar). El segundo problema vino al tratar de pasar música a la memoria interna del reloj, pues no utiliza un sistema drag and drop como otros de sus productos, el proceso se realiza a través de Bluetooth, lo cual entorpece un poco pasar una lista de reproducción extensa. En todo caso me sentí orillado a utilizar Google Play Music, que si bien no es un mal servicio, no es el que yo utilizo y nunca es agradable que una marca te limite las posibilidades para hacerte usar sus servicios.
Android Wear
Te hemos platicado detalles de este sistema operativo desde su lanzamiento, pero en esta ocasión que tuve la oportunidad de tenerlo a prueba por una temporada larga prefiero compartirte las impresiones positivas (funcionales) y las cosas que no me gustaron en la práctica.
Lo bueno:
- Navegación intuitiva, cualquier usuario puede aprender a usarlo en cuestión de minutos.
- Acceso rápido a los ajustes del reloj.
- Reconocimiento realmente rápido y preciso del dictado por voz de Google Now.
- Te permite utilizar el reloj con cualquier teléfono Android con versión 4.3 o superior.
- Cuenta con muchas opciones para personalizar la carátula del reloj.
- La app de actividad física que trae de forma nativa es Fit y, en sincronización con el celular, resulta una buena forma de monitorear el ejercicio.
Lo malo:
- Aun se siente como una versión beta, muchas de sus funciones no están ejecutándose de forma correcta, pides algo a Google Now y lanza resultados distintos.
- Para utilizar Google Now debes contar con una conexión a Internet, ya sea a través de Wi-Fi o de datos móviles. Si por casualidad te encuentras en una zona con mala recepción en el teléfono, utilizarlo es imposible.
- No es una plataforma visualmente tan personalizaste como Tizen (más allá de poder seleccionar el diseño de la carátula).
¿Lo recomiendo?
No creo que el Smartwatch de Sony sea el mejor del mercado actualmente, tampoco es el más atractivo en diseño, pero Sony ha sido muy inteligente en ser fiel al concepto de su reloj a inteligente porque tiene una personalidad muy única que apunta a un perfil de usuario muy distinto al de un Moto 360, un LG G Watch R o incluso un Samsung Gear.
Este SmartWatch 3 –el primero de la marca con Google Wear– tiene una personalidad sencilla, dinámica, ligera y con un gran desempeño gracias su procesador Quad ARM A7 de 1.2 Ghz, 512 MB de RAM y sobre todo batería de 420 mAh, que aunque suene a poco, está por encima de los 320 mAh del Moto 360 y a la par del Watch R, Gear S y Gear Neo, brindando hasta dos días de uso bajo actividad normal, a menos claro que utilices el rastreo GPS para hacer ejercicio.
Con esto quiero dejar claro por qué sí lo recomendaría y me parece muy razonable el precio por el que se ha puesto al mercado, pues considera la tecnología que tiene, así como la que no. Si estás en busca de algo discreto, cómodo y funcional, esta tercera generación podrá brindarte todo lo necesario sin que tengas que vaciar tus bolsillos o exponerte en la calle con un gadget sumamente llamativo.