La sonda espacial Juno tendrá la difícil tarea de explorar al planeta gaseoso Júpiter después de un viaje de más de 5 años que empezó en agosto de 2011. Dentro del quinto planeta del Sistema Solar se encuentran secretos que podrían dar detalles acertados sobre su origen.
Juno tendrá tres objetivos principales que serán alcanzables una vez que orbite a una distancia de 5 mil kilómetros sobre la superficie de Júpiter. De acuerdo con el diario El País, en primera instancia Juno determinará la composición interna de la atmósfera de Júpiter; esta labor permitirá entender el comportamiento y evolución de los planetas gigantes, categoría que comparte con Saturno, Urano y Neptuno.
Otro punto a resolver será determinar las magnitudes de su campo magnético, parámetro que podría dar una idea sobre la posibilidad de vida en alguna de sus lunas. Europa, una de las más estudiadas por la NASA, posee un gélido océano subterráneo en el que se cree que podría existir vida.
Por último, los científicos utilizarán los instrumentos de Juno para estudiar la presencia de agua, fenómeno que ayudaría a determinar el origen de este líquido en nuestra Tierra. Este dato será de fundamental importancia, pues durante la formación de nuestro Sistema Solar, Júpiter absorbió buena parte de los gases y polvo que dejó el Sol durante su formación.
La misión de Juno tuvo una inversión de mil 300 millones de dólares por parte de la NASA y ya alcanzó un récord importante. Su travesía ya es la más extensa para un artefacto impulsado con energía solar, pues se encuentra a 793 millones de kilómetros del Sol.
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Se espera que a las 9:30 pm (hora de la Ciudad de México) la sonda realice una maniobra de inserción en la órbita de Júpiter con una reducción de velocidad de 1,950 kilómetros por hora. Cada 14 días irá descendiendo más y más hasta tocar directamente la atmósfera del planeta en el año 2018.