Siempre hay noticias sobre que se han hackeado cuentas de banco, páginas del gobierno e incluso bases de datos de las grandes empresas.
Informes de la BBC indican que niños de 11 años están hackeando cuentas de juegos por internet y de redes sociales. También, reportes de AVG, compañía creadora del antivirus homónimo, dan evidencia detallada de los programas usados para "robar" las cuentas y perfiles de dichos juegos o redes sociales.
Ingenieros realizaron pruebas para relevar la identidad de quienes han realizado estos actos, encontrando que una de las identidades pertenece a un niño en Canadá.
"Muchas escuelas educan a sus alumnos en programación en etapas muy tempranas, mucho antes de alcanzar cierta madurez y comprendan el impacto de lo que están haciendo. Es una situación que debe ser regulada o seguirá creciendo" dijo Yuval Ben-Itzhak, jefe de tecnología de AVG.
Los investigadores encontraron que los códigos utilizados para hackear fueron hechos en lenguajes básicos, como Visual Basic y C#, y que dichas líneas de código tienen "errores garrafales" que muy difícilmente un experto podría cometer; es decir, contiene "errores de colegial".
El equipo examinó a detalle el caso de un "programa" que se hacía pasar por un software de "trucos" para superar los niveles del videojuego "Runescape", que tiene más de 200 millones de usuarios. Dicho malware aseguraba mostrar la manera de "hacer dinero" de forma gratuita para el juego, pero en realidad robaba los datos de acceso de los usuarios.
"Cuando los investigadores analizaron el código fuente encontraron información interesante", explicó el Sr. Ben-Itzhak a la BBC. Se halló que el malware trataba de robar los datos de las personas y enviarlo a una dirección de correo electrónico específica. El autor de malware incluía en el código la dirección exacta, la contraseña y la información adicional; algo que "los piratas informáticos más experimentados" nunca harían.
"Cuando los investigadores analizaron el código fuente encontraron información interesante", explicó el Sr. Ben-Itzhak a la BBC. Se halló que el malware trataba de robar los datos de las personas y enviarlo a una dirección de correo electrónico específica. El autor de malware incluía en el código la dirección exacta, la contraseña y la información adicional; algo que "los piratas informáticos más experimentados" nunca harían.
La información dejada dentro de las líneas de código fue suficiente para que los investigadores dieran con la identidad del hacker e incluso la ciudad donde reside.
Por ahora no ha sido aclarado qué harán con el autor, pero ya se ha puesto en marcha el plan en las escuelas sobre dar más conciencia a los alumnos sobre este tipo de prácticas.