
El proyecto “Regresa” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es una herramienta pionera basada en Inteligencia Artificial para ayudar en la búsqueda de menores desaparecidos en México. La iniciativa nace en el Centro de Estudios Antropológicos (CEA) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, liderado por la Dra. Ana Juárez.
El proyecto utiliza un sistema de algoritmo especializado en profesión de edad facial, lo que permite predecir cómo luciría actualmente un menor tras años de desaparición o cómo era el rostro infantil de una persona adulta que sospecha haber sido sustraída en su niñez.
¿Cómo funciona?
El proyecto se basa en dos vertientes y las unifica, por un lado está la Inteligencia Artificial y por otro, conocimientos profundos de antropología física y social, todo en dirección de sustentar la iniciativa para que funcione y apoye en la búsqueda.
A diferencia de otras tecnologías, el software de “Regresa” ha sido entrenado exclusivamente con imágenes de población mexicana, por lo que toma en cuenta la diversidad morfológica del país (nariz, labios, ojos, pómulos, cejas), y así logra hacerlo científicamente y culturalmente preciso en el contexto nacional.
El algoritmo funciona mediante el análisis de rasgos faciales, identificación de puntos de referencia ósea, construcción facial mexicano, y así genera resultados robustos para apoyar las labores de búsqueda e identificación.
UNAM-Huawei
El proyecto comenzó hace una década, cuando la doctora Juárez Martín comenzó a trabajar en un software de progresión que se diera cuenta de la diversidad de la población mexicana.
En 2022 fue seleccionado en la convocatoria Alianza UNAM-Huawei. La alianza busca resolver problemáticas sociales mediante la innovación tecnológica. El equipo es multidisciplinario y está conformado por especialistas en antropología, programación e Inteligencia Artificial de la UNAM y la UACM, y en ese entonces con el apoyo de becas. Voluntariado y recursos institucionales.
Desde el año pasado han trabajado con recursos propios tanto a nivel económico como de personal. En 2024 el proyecto adoptó el nombre “Regresa” y principalmente se fortalece por el voluntariado de los estudiantes.
¿Qué más podemos saber del proyecto?
El algoritmo aprende cómo crece naturalmente el rostro humano desde el nacimiento hasta la adultez, tomando en cuenta que el crecimiento no es uniforme ni lineal. La Dra. Martín menciona que el rostro experimenta ritmos indistintos de crecimiento y están influenciados por hormonas de crecimiento durante la infancia y hormonas sexuales en la adolescencia, así como factores genéticos.
La forma del cráneo cambia, por ende, la nariz, ojos también, aparecen las líneas de expresión y la textura de la piel es diferente. El algoritmo se entrena para captar estas trayectorias reales y complejas del desarrollo facial, no solo un simple envejecimiento o agrandamiento de rasgos.
Además, el sistema está diseñado para entender únicamente el crecimiento de la población mexicana, incluyendo las características raciales que son propias del país y su población. Actualmente, no existen bancos de imágenes con ese nivel de información, por ello, “Regresa” se convierte en el primer software de IA que aprende patrones de crecimiento facial basados en datos antropológicos mexicanos.
Tienes que leer: ¿Quieres personalizar tu TikTok? La red social agrega controles sobre lo que ves en tu feed
Banco de imágenes
Para que este proyecto y su avance sea consistente y real, construye un banco de imágenes con fotografías de voluntarios tomadas en distintas etapas de su vida, desde la infancia hasta la adultez, bajo estrictos protocolos de confidencialidad. Dichas imágenes se analizan manualmente para identificar los puntos de referencia ósea y rasgos faciales, que luego se modelan en 3D para entrenar el algoritmo.
Desde 2024 se ha ido conformando el banco y hasta el momento 75 personas han participado de forma voluntaria.
Sí quieres participar y ser parte del proyecto
Puedes participar acudiendo al Centro de Estudios Antropológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde deberás firmar un consentimiento informado y un acuerdo de confidencialidad, en donde se te informa que tus datos no serán utilizados de forma errónea y fuera del proyecto.
Después, se te tomará tu peso, talla y contestarás un cuestionario socioeconómico, donde los participantes del proyecto explican que el motivo es: “tratamos de dar cuenta si hay alguna condición de riesgo que pudiera ser un foco rojo para que en algunas regiones del país existan mayores casos de desapariciones”.
Por último, se te tomarán las fotografías, las cuales son tomadas desde una perspectiva forense, deben tener la misma iluminación, pose y distancia. Por su parte, deberás compartir fotografías tuyas que fueron tomadas a lo largo de tu vida, es decir, desde tu nacimiento hasta la edad adulta o en la que te encuentres.
El Proyecto "Regresa", después de este procedimiento enfrentan dos grandes desafíos. El primero es que tienen que anotar manualmente en una hoja de cálculo los rasgos faciales de cada persona, como el tipo de nariz, la distancia entre los ojos o el tamaño de la boca.
El segundo reto consiste en que cada imagen debe ser procesada por una computadora para identificar ciertos puntos clave del rostro —llamados "landmarks"— que se relacionan con la estructura ósea. Estos puntos se colocan en una especie de modelo tridimensional del rostro. Cuando se combinan estos datos, el algoritmo puede seguir los cambios del rostro a lo largo del tiempo y así generar una imagen de cómo podría verse una persona en el presente.
Recuerda que solo pueden participar personas mayores de edad. Para más información o para agendar una cita, puedes contactar al equipo a través de su cuenta de Instagram @regresa_cea.
Te podría interesar:
-¡Ya no pases tu número! Comparte tu usuario en WhatsApp
