Existen muchos conductores que aman la velocidad, los diseños ostentosos y por supuesto modificar las máquinas de sus vehículos.
Tal es el caso del propietario de un Lamborghini Aventador que intentó dar un espectáculo de sonido y potencia en las calles de Londres; sin embargo, no resultó como él esperaba. Al dar una muestra de aceleración a los espectadores, el dueño del auto llevó al extremo su motor V12. El objetivo era demostrar las flamas que salen por el escape modificado, pero éstas fueron más allá y provocaron un incendio en la parte trasera del súperdeportivo.
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La reacción del dueño del auto fue de desesperación. Lo único que intentó fue mitigar el fuego con una playera y, al ver el inútil intento, abordó de nuevo el flamante Lamborghini Aventador y comenzó a conducir sin dirección ni plan de acción.
Así es como un acto de pura diversión al volante terminó en una desagradable y peligrosa experiencia que le costará varios miles de euros al propietario.
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