Xbox One S, el esperado rediseño de Xbox One, es la consola con la mejor relación costo beneficio. También es una opción preferible respecto del modelo original de Xbox One, pero, si en casa ya tienes esta consola, ¿vale la pena que realices una nueva compra?
Cuando menos es más
Comenzando por lo obvio, Xbox One S es una consola mucho más compacta que el Xbox One original. Y no solo es más compacta, es más ligera y portátil que el modelo original. Entre las características de diseño que sobresalen a primera vista está que, a diferencia del Xbox One original, Xbox One S integra la fuente de poder dentro del chasis de la consola. Esta característica facilita muchísimo su transportación, pues comparándola con el modelo original, al meterla en una mochila solo tienes que preocuparte por empacar la consola y el control, y no la consola, el control y la fuente de poder.
Otra de las diferencias sustanciales entre Xbox One S y Xbox One es que la nueva consola puede colocarse en orientación vertical, una prestación fundamental si tienes poco espacio en casa o un centro de entretenimiento pequeño. Microsoft desaconseja colocarla de esta forma si no se tiene la base vertical, que se coloca justo aquí, sin embargo, revisé la página de soporte técnico de Xbox y no se indica cuál es la razón por la que lo desaconseja. En cambio, el modelo original de Xbox One solo puede colocarse horizontalmente.
Ahora, fuera de estas diferencias, lo cierto es que Xbox One S es una consola mucho, mucho más atractiva. Los acabados, como la porosidad de la consola que sirve para que disipe el calor, así como algunos mensajes dejados por Microsoft en la superficie de la consola la vuelven realmente llamativa.
La mejor relación costo beneficio
Ahora vayamos a la parte técnica, que es sin duda duda el área donde Xbox One S supera sustancialmente la experiencia respecto del modelo original de Xbox One, y donde también, hay que decirlo, se presenta como una consola con más funciones que el PlayStation 4. Xbox One S es compatible con video en 4K, tanto para películas Blu-Ray como para streaming en esta resolución. También, otro de los factores que hacen que la experiencia de juego sea superior en esta consola es que Xbox One S ofrece juegos con gráficos 4K, que ojo, no es 4K nativo, sino reescalado.
Sin embargo, hay un aspecto importantísimo a considerar si estás planeando cambiar tu Xbox One original por una Xbox One S. Primero, y aunque parezca obvio, si no tienes una televisión 4K tu consola solo mostrará video en 720p o 1080p. En cambio, si la conectas a una televisión 4K podrás configurarla para que trabaje en esta resolución. Pero, y aquí están las letras chiquitas, para que Xbox One S pueda mostrar video en 4K es necesario que su televisión tenga una velocidad de refresco de imagen de 60 Hz o superior, así como conectores HDMI de alta velocidad. Sin embargo, una vez que cumplan estos requisitos, verás una mejora notoria en la calidad de imagen de tus juegos.
Finalmente, otra de las características que mejora la experiencia visual es que Xbox One S es compatible con imágenes de alto rango dinámico o HDR. Esta característica es especialmente útil en juegos con una escala de tonos oscuros alta o considerable, como Gears of War 4 o Resident Evil 7.
También, Xbox One S tiene algunas mejoras de hardware respecto del modelo original. En concreto, la velocidad del GPU de Xbox One S es 7.1% más rápida que la del modelo original. Esta mejora se traduce en una ligera mejora de rendimiento en algunos juegos que, a decir verdad, es casi imperceptible a menos que realicen mediciones técnicas tan precisas como las de Digital Foundry.
Sin embargo, durante mi prueba encontré que en general la experiencia en Xbox One S es ligeramente más fluida que en el modelo original.Una forma de ilustrar esta mejora es comparando el tiempo que tarda cada modelo en arrancar Forza Horizon 3, uno de los juegos más demandantes del catálogo de Xbox One –echa un vistazo a la videorreseña–.
Como podrás ver, en Xbox One S el juego carga algunos segundos más rápido, aunque como mencioné, la mejora no marca una diferencia sustancial en la experiencia de juego.
Tu primer Xbox One debe ser éste
Entonces, a manera de conclusión, es evidente que Xbox One S es más que un atinado rediseño de hardware. La consola no solo es más compacta y estética, sino que también incluye características especialmente atractivas para los gamers que en casa tengan una televisión 4K. La mejora de diseño, así como la compatibilidad con video 4K, hacen de Xbox One S la consola de actual generación con las mejores prestaciones de la actualidad. Sin embargo, y a manera de recomendación, si en casa ya cuentan con un Xbox One y carecen de una televisión 4K, dar el salto a esta consola representaría un beneficio puramente estético y espacial.
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