El ecosistema de las consolas, marcado por ciclos típicamente de cinco años de vida, está por cambiar. Xbox confirmó en el marco de E3 2016 Project Scorpio, una nueva consola Xbox capaz de reproducir videojuegos con gráficos nativos en 4K y compatibilidad con visores de realidad virtual.
Phil Spencer, director de Xbox, describió al cambio liderado por Xbox Scorpio como el futuro de los videojuegos: “Es el inicio de una era de videojuegos sin generaciones”, dijo el ejecutivo minutos antes de confirmar el desarrollo de Xbox Scorpio, que ya había sido adelantado por las publicaciones Kotaku y Polygon semanas atrás. El nuevo inicio de Xbox también va de la mano de Windows 10, pues prácticamente todos los juegos que llegarán en los próximos meses serán jugables en ambas plataformas.
Aunque no abundó en detalles, Spencer confirmó que Project Scorpio tendrá un procesador de ocho núcleos y 6 TeraFLOPS, mucho más poder de procesamiento respecto del modelo actual de Xbox One y PlayStation 4, a 1.31 y 1.84 TeraFLOPS, respectivamente. La consola llegará a las tiendas durante la temporada navideña de 2017.
Más allá de las especificaciones y las dudas acerca de las capacidades de Project Scorpio, su confirmación en E3 anticipa un cambio importante en el mercado de las consolas de videojuegos. El modelo de negocio abandona –o al menos lo hace Xbox– los tradicionales ciclos renovados cada 5 años con consolas de nueva generación, por un esquema de plataforma en el que se pueda consumir entretenimiento sin importar qué hardware se posea. El enfoque es completamente nuevo, pero es típico en otras industrias, como la del celular con distintos modelos de iPhones compatibles con el mismo software.