- Luce hermoso
- Relaja
- Qué bonita música
- Exploración lineal
Entre Parentesis
Un videojuego para los jugadores que buscan una experiencia contemplativa y relajante. Si te gustó Flower o Journey, Abzû te encantará.
Piénsalo unos segundos… ¿has jugado algún videojuego solo porque hacerlo te relaja? Ya sabes, normalmente encendemos la consola para entretenernos un rato, pero tirar balazos en Call of Duty podrá hacer que liberes tensión, pero definitivamente no acabas relajado. Abzû, del estudio independiente Giant Squid y el artista Matt Nava (Flower, Journey), parece haber sido diseñado con ese objetivo en mente: relajarte mientras exploras un océano repleto de peces.
Lleno de vida
Primero, echa un vistazo al aspecto gráfico de Abzû. No lo sugiero como una banalidad, sino porque en realidad los visuales son el aspecto más atractivo del juego. Después de todo, Nava fundó Giant Squid con la idea de crear un videojuego colorido, o como él mismo dijo, “lleno de vida”. Si los tonos azules del agua que contrastan con el verde de las algas marinas te hacen decir algo como “qué bonito se ve”, entonces creo que Abzû te dejará satisfecho, sobre todo porque a grandes rasgos el juego es una experiencia contemplativa en la que, si bien hay algunos puzzles por resolver, principalmente exploras arrecifes o cavernas marinas. Nada más, nada menos.
Como lo viste en National Geographic.
Ahora, estas limitadas mecánicas de juego no hacen de Abzû un juego simplón. Explorar cada uno de los escenarios del océano de Abzû es bastante satisfactorio. En cada uno de ellos suele haber especies únicas de fauna marina que reaccionan de maneras diversas a tus acciones. Por ejemplo, acercarte a un banco de peces de forma sorpresiva hará que se rompa, provocando una estampida sumamente vistosa. Con otros, en cambio, podrás interactuar montándote sobre ellos como si fueras el protagonista del acto estelar de un parque acuático. Incluso pueden interactuar entre ellas, a veces de forma violenta, especialmente cuando hay algún tiburón a la vista. Y también hay algunos peldaños donde podrás sentarte a meditar. Sí, Abzû es un juego donde es posible meditar, y aunque soy un completo ignorante del tema, me gusta que en Abzû meditar equivalga a echar un vistazo a todas las especies marinas con las que compartes espacio. Abzû tiene sorpresas, pero sobre todo, crea un peculiar deseo de inspeccionar cada rincón, especialmente porque los escenarios son variados entre sí y aun cuando la exploración es lineal.
Al fin. Aguas profundas con peces que no son horroríficos.
Abzû también destaca en el aspecto musical. Sin afán de arruinar algunos de los momentos más mágicos del juego, es notoria la influencia de Flower en Abzû. Por momentos pierdes el control de la situación y el juego te convierte en espectador de un acto emotivo. Recomiendo jugar Abzû con audífonos, la música del juego contribuye muchísimo a que la experiencia sea relajante.
Océano de paz
Muchos diseñadores de videojuegos crean sus obras a partir de experiencias propias. Este es el caso de Abzû. Nava es un fanático declarado del buceo, actividad que describe como “una experiencia extremadamente mágica”. Probablemente Abzû no marque tu vida de la misma forma que el buceo a Nava, sin embargo, con seguridad te hará sonreír en varias ocasiones y te dejará una extraña sensación de tranquilidad.
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