El teléfono que se ve y se siente bien

De los cuatro teléfonos que Lenovo trae a México, éste es el de mayor categoría y es evidente desde su diseño, ya que éste combina materiales metálicos con texturas diferentes, lo cual mejora el problema de agarre que encontré en el modelo A820. La tapa no es removible y la única ranura que tenemos es para microSIM con el incómodo orificio para expulsar la bandeja de la tarjeta, por lo cual nos tenemos que conformar con la memoria de 16 GB que si bien no es poca, para quien toma muchas fotos y videos, o almacena todas sus canciones en el reproductor, puede agotarse en cuestión de semanas.

Tal como lo apunto en el video de la reseña, es muy importante que te familiarices con los servicios en la nube (el de tu preferencia), pues aunque 16 GB definitivamente no es lo que esperamos de un teléfono, hoy en día existen opciones muy variadas y útiles para impedir que esto sea un problema para llevar música o fotos en el teléfono.

Los más grandes atractivos del Vibe X

Lo que hace diferente este Lenovo de los otros es que su pantalla de 5 pulgadas es la única con resolución Full HD y vaya que funciona muy bien para la reproducción multimedia. Los colores no son precisamente los más saturados, pero no perdamos de vista que estamos hablando de un teléfono de gama media y que en general está muy bien equipado, pues además de tener un diseño curvo que lo hace estéticamente atractivo, está protegido con cristal Gorilla Glass.

Gracias a que cuenta con un procesador de cuatro núcleos y 2 GB de RAM el desempeño siempre fue el correcto para trabajar con diferentes aplicaciones al mismo tiempo. Es verdad que en algunos momentos experimenté un poco de retraso en la respuesta de algunas apps, pero es un comportamiento que se entiende, ya que dejé correr varios programas demandantes, lo cual no es para extrañarse en un teléfono de su categoría, simplemente era un intento de poner al límite su desempeño. Afortunadamente solucionar esto es tan fácil como dejar este botón presionado para activar el multitareas y deshacerse de las apps que ya no estás usando y que liberan RAM.

Pero sin duda alguna lo mejor del teléfono es su cámara, tanto la trasera de 13 megapixeles, como la frontal de 5 megapixeles. Destaca al momento de tomar fotografías grupales, para fotos de detalle y tiene un enfoque automático con rápida respuesta, así que ya sea que las quieras para compartir contenido en redes sociales, o para utilizarlo como cámara fotográfica en reuniones o viajes, funciona muy bien.

Su debilidad son las fotos en condiciones de poca luz, ya que salen un poco movidas y el video no tiene precisamente la mejor estabilidad. Para contrarrestar esto, cuenta con muchos efectos creativos para la cámara trasera, pero sin duda lo que más me sorprendió fue el efecto de belleza para la cámara frontal; con ella las selfies no sólo salen bien iluminadas, sino que además suavizan la piel, incluso puedes usar un editor de belleza que regula el tono de la piel, lo delgado de tu cara y la textura. Sin duda herramientas que cualquier persona que se la pase tomándose fotos va a encontrar súper atractivas.

Los peros

El sistema operativo no es cosa del otro mundo; trabaja con Android 4.2 que –aunque no es oficial– posiblemente no vaya a actualizarse a KitKat y si bien no tiene una versión muy atrasada o que no sirva para todo lo necesario, puede generar inconformidad entre los usuarios, pues no es un teléfono que vaya a recibir funciones nuevas en un futuro.

Por otro lado, la interfaz de usuario es igual a la del S820 y el A850, y me gusta mucho para recomendarla a usuarios con conocimientos básicos o medios en tecnología, o que simplemente busquen algo muy sencillo para comunicarse. Entre algunas de sus herramientas más útiles –aunque no exclusivas– están la de contestar las llamadas con gestos de movimeinto, programar a qué hora quieres que se encienda o se apague o, por ejemplo, si te llama un número desconocido se agrega automáticamente a tu agenda cuando cuelgas.