Viajemos a 2014, cuando Apple presentó el iPhone 6 y su primer modelo de gran tamaño, el iPhone 6 Plus, dos teléfonos que son recordados, entre otras cosas, por su capacidad “flexible”.
Tras su lanzamiento, usuarios reportaron que sus teléfonos se doblaban fácilmente, incluso al traerlos en el bolsillo, lo que provocaba que el chip que controlaba la pantalla táctil, se acercara a la tarjeta de circuitos, por lo que el display se volvía loco.
El llamado Bendgate da de qué hablar de nuevo. A principios de mes, una corte federal de San José no permitió que procediera la demanda colectiva en torno al caso, pero la jueza a cargo, Lucy Koh, escribió una opinión que incluía información de documentos confidenciales de Apple.
Resulta que la compañía con sede en Cupertino, California, sabía de la “flexibilidad” del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus antes de lanzarlos a la venta. Asimismo, realizó una investigación interna sobre el asunto, reporta FastCompany.
Apple concluyó que el iPhone 6 era 3.3 veces más propenso a doblarse que el iPhone 5s, mientras que el iPhone 6 Plus era 7.2 veces más propenso a doblase, en comparación con el iPhone 5s. A pesar de ello, el gigante tecnológico siempre dijo públicamente que no había problemas de diseño con los teléfonos.
No es la primera vez que Apple está envuelta en un problema de este tipo. El caso más reciente se desató cuando la compañía reconoció que ralentiza los modelos de iPhone más viejos a través de actualizaciones para evitar que los dispositivos se apaguen o reinicien inesperadamente, debido al desgaste de la batería.
Nota relacionada: Demandan a Apple por hacer más lentos los iPhone viejos