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OPINIÓN: Un solo mundo digital


Solo a través de la globalización, la economía digital puede crear riqueza y podremos encontrar una forma de monetizarla. ¿Usted, qué opina?

por: César Funes César Funes

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Los beneficios de la economía digital serán más amplios si están basados ​​en menos limitaciones, como las fronteras geográficas que pueden restringir su desarrollo. Solo a través de la globalización, la economía digital puede crear riqueza y podremos encontrar una forma de monetizarla. De cara al futuro, la sociedad digital crecerá más rápido y será más grande que la sociedad industrial.

 

Entonces, los usuarios tendrán todo tipo de opiniones. Los puntos de vista varían de un país a otro, de un grupo a otro; totalmente comprensible. Será imposible predecir el desarrollo futuro de una tecnología emergente, por lo que definitivamente habrá desacuerdo al respecto. La amplitud, profundidad o brillantez de una tecnología emergente estará más allá de nuestra imaginación. Por ejemplo, cuando se inventó el tren, había sospechas en torno a él, pero aun así era predecible cómo se desarrollaría el tren en sí.

 

La evolución de la sociedad de la información va más allá de nuestra imaginación, en particular con la aparición de la Inteligencia Artificial (IA). La idea de IA propuesta hace varias décadas no se había aplicado de forma tan intensa por la falta de infraestructura subyacente, es decir supercomputadoras, gran capacidad de almacenamiento y conexiones súper rápidas. La fibra óptica ha logrado conectar a todo el mundo, pero las conexiones de fibra no lo son todo. La aparición de 5G podría acelerar la aplicación y penetración de la IA. Esto aumentará considerablemente la productividad y ayudará a las personas a crear más riqueza para la comunidad global.

 

Simultáneamente se crean nuevos desafíos y algunas personas han planteado problemas tales como que la IA reemplazará los trabajos. Pero mientras podamos aumentar la riqueza total de una sociedad, será beneficioso para la sociedad en su conjunto. Muchos de estos problemas tienen solución, y el reto de cómo distribuir equitativamente la riqueza digital a diferentes países también es algo que se puede abordar.

 

La disociación de las cadenas de suministro mundiales y la fragmentación de la industria de las TIC son tendencias peligrosas que deben evitarse. La actitud de diferentes países hacia la cooperación digital ha tenido un marcado impacto en la industria global. La globalización ha traído enormes beneficios, pero cada vez es más cuestionada.

 

Las cadenas de suministro globales deben ser apoyadas y celebradas. Necesitamos más integración, no menos. Debemos asegurar que la economía digital sea inclusiva para todos, y también reconocer las preocupaciones locales. Para ello, es importante que los países puedan formar parte de un mercado global, incluso si gestionan la divergencia en función de las características locales que se adapten a los mercados locales.

 

Existe una tensión interesante entre la agenda de innovación, que quiere abrir los datos, y la agenda de protección, que quiere dar a los usuarios un mayor control de su información personal. Es necesario que exista un equilibrio adecuado entre estas dos posiciones. No debemos reprimir los beneficios de la innovación para los consumidores y al mismo tiempo detener a los usuarios de datos de "mala fe".

 

La nueva tecnología brinda enormes oportunidades de creación de riqueza. Los primeros usuarios exitosos pueden generar más valor. El cambio a 5G y los nuevos casos de uso en torno a aplicaciones industriales presentan un desafío diferente para las redes.

 

- El gobierno y la industria (tanto los operadores como todos los proveedores) deben trabajar juntos para responder a esto de manera efectiva.

- Perspectiva global más amplia: el enfoque debe estar basado en la evidencia, no en la política ni en la ideología.

- Más competencia en el mercado: queremos que las empresas compitan en seguridad e impulsen la innovación en este ámbito.

- Diversidad de la red: lo cual es bueno tanto para la seguridad como para la resiliencia.

 

Debe lograrse un equilibrio entre la adopción de la mejor tecnología nueva a nivel mundial y la necesidad de cierto grado de soberanía digital a nivel nacional. La forma en que los gobiernos aborden este tema podría afectar la competitividad internacional futura, particularmente en el contexto de la 4ª Revolución Industrial.

 

El desafío será que los países logren el nivel deseado de autonomía local dentro de un marco global basado en reglas que impulse la innovación para el bien público global. Los países querrán tener políticas independientes que respalden sus fortalezas. Demasiado énfasis en la divergencia amenazará los beneficios de una red global, la adopción de un marco global en algunas áreas requiere comunicación y cooperación entre gobiernos.

 

La falta de adaptación a este desafío y la pérdida de apertura e integración de Internet podrían ser muy perjudiciales para los consumidores.

 

Sobre el autor...

César es vicepresidente de Relaciones Institucionales para Huawei en América Latina

 

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