SEAT cuenta con el único laboratorio de biomecánica de España, ubicado en el Centro de Atención y Rehabilitación Sanitaria (CARS) de Martorell, este espacio cuenta con 20 cámaras, sensores de última tecnología y gafas de realidad virtual.
SEAT utilizan dos tecnologías diferentes con un mismo fin. Una de ellas se basa en crear avatares en 3D. Un total de 20 cámaras combinadas con sensores capturan los movimientos de las articulaciones. Con estos datos el software de análisis construye un avatar.
La otra tecnología es la realidad virtual. La gran ventaja de este sistema es que permite anticiparse y realizar cambios antes de que la línea esté en funcionamiento.
“Podemos simular diferentes posiciones hasta encontrar la mejor opción, por ejemplo, para la colocación del portón del maletero. Esto nos permite ganar tiempo y supone un coste menor que realizar las pruebas en la línea real”, destaca García.
Realidad virtual al apoyo de los trabajadores de SEAT
En el laboratorio se miden dos parámetros: el esfuerzo muscular y la posición de las articulaciones al realizar determinados movimientos. Los operarios pueden llegar a realizar un mismo movimiento hasta cien veces al día, por tal motivo se utiliza esta tecnología y así evitar posibles lesiones.
Como lo explica Sonia García, responsable de Ergonomía en SEAT, esta tecnología les permite recrear la línea de trabajo dentro del laboratorio. “Es necesario que el trabajador se ponga en situación y simule exactamente su tarea”, afirma García.
De acuerdo con la Dra. Patricia Such, responsable de Seguridad y Salud en el Trabajo de SEAT, la biomecánica abre nuevas posibilidades de intervención en el diseño de los nuevos puesto de trabajo desde el minuto uno.
En funcionamiento desde 2017, se han realizado más de 4.000 estudios: “Hemos conseguido una reducción de un 70% de bajas por lesiones musculares en tan solo dos años y en el futuro queremos seguir mejorando”, apunta Such.
Los datos han servido, entre otros, para adaptar la línea del nuevo SEAT León de manera que se rebajará 20 centímetros la altura en uno de los tramos. Una vez diseñada la línea el trabajo del laboratorio no acaba. Con la producción en marcha se siguen analizando los puestos para implementar mejoras.
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