Hoy en día reconocemos el término “hackear” debido a las amenazas intrusivas en nuestros dispositivos móviles o de cómputo; es muy común saber de algún caso de robo de información o movimientos bancarios ilegales. Sin embargo, estos actos deshonestos no son exclusivos de los dispositivos de información y entretenimiento, ya que todo sistema es vulnerable y puede ser interrumpido.
Es esta ocasión, el hackeo lo sufrió un automóvil -específicamente un Model S de Tesla Motors-. Desde hace tiempo un especialista en informática y poseedor de un vehículo de este tipo había advertido a la compañía de las fallas y vulnerabilidad en el sistema de seguridad del coche, tales como rastrear la posición o tener acceso al interior del Model S.
Algunos especialistas señalan que la falla de seguridad se debe a su inocente configuración, ya que el sistema de contraseñas para crear la cuenta se basa en seis letras y un número, además de que no existen límites de repetición cuando uno se equivoca y escribe mal su nombre de usuario.
Un hacker puede usar la aplicación del auto para seleccionar la apertura de las puertas y rastrear la ubicación exacta del vehículo, y pese a que no podría encender el motor, sí puede robar cosas del interior o poner en riesgo la integridad del conductor.
Es tal la importancia de este tema que una empresa de seguridad llamada Qihoo 360 Technology convocó a un concurso dirigido a quien pudiera hackear el mismo modelo de auto; de lograrlo, el ganador sería premiado con $10,000 dólares. Los afortunados fueron un grupo de estudiantes de la Universidad de Zhejiang en China.
Como consecuencia, la marca Tesla mencionó que seguirán investigando y agradecen este tipo de observaciones y actividades que les ayudan a mejorar y controlar los problemas de seguridad.