Hemos visto a varias personalidades participar en el Ice bucket challenge, reto que consiste en verterse una cubeta con agua helada y/o donar la cantidad que se crea conveniente a la asociación que lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ALS por sus siglas en inglés). Entre las personalidades más destacadas que han participado en el reto figuran Bill Gates, fundador de Microsoft; Mark Zuckerber, director de Facebook; Tim Cook, consejero delegado de Apple; el escritor Stephen King, entre otros. Si bien este reto tiene fines altruistas, hay otros movimientos que sirven para crear conciencia y no piden dinero ni el cumplimiento de un reto.
Kathryn Cartwright, ciudadana estadounidense de 23 años, fue diagnosticada con leucemia mielógena aguda con monosomía 7 hace siete años, y desde entonces ha estado viviendo una batalla contra el cáncer que, mes tras mes, empeora por la falta de donadores.
A fin de generar conciencia sobre la donación de órganos, publicó una selfie impactante junto con la frase "Fuck cancer", que traducido al español quiere decir: jódete, cáncer. "Estoy tratando de hacer que la gente se inscriba al programa de donantes para que otras personas no terminan en mi situación."
Su rostro luce de ese modo debido a que, cuenta para el sitio web Birmingham Mail, hace un par de semanas se levantó muy rápido de su silla de ruedas para entrar a su automóvil, sintió un mareo y se desmayó, cayendo de bruces al suelo. "No hubo manera de detener mi caída", explicó. "Me puse una bolsa de hielo en la cara creyendo que no me había hecho tanto daño, pero dos días después los moretones comenzaron a salir en la cara y rodillas."
Cuando recibió el diagnóstico del médico le indicó que solamente tenía 20% de probabilidades de sobrevivir, empero, un transplante de médula ósea aumentaría sus oportunidades de vida. Durante el 2006, Kathryn recibió el transplante por parte de su hermana menor.
Desde entonces ha recibido dos transplantes de medula ósea y otro de hígado, el cual ha sido deteriorado por su propio sistema inmunológico, que ataca las células sanas del órgano, lo que la orilla a necesitar otro. Sin embargo, su médico señala que debido a la debilidad de su sistema respiratorio y la agresividad de sus defensas, otro transplante de hígado podría entenderse como un desperdicio.
Con su selfie, Kathryn espera despertar conciencias y animar a las personas a convertirse en donadores de órganos.