Hoy en día la tecnología crece a pasos agigantados y con este crecimiento también estamos mucho más expuestos a que nuestra información personal caiga en manos no confiables o que incluso sea utilizada en nuestra contra. Es por eso que el grupo de AsapScience puso sobre la mesa un pregunta muy interesante y que podría perturbar a más de uno, ya que explican cómo es que la tecnología podría hackear nuestro cerebro.
Si lo pensamos dos veces, la idea de que la tecnología intervenga en nuestro cerebro no es del todo ajena, ya que varios cientos de millones de personas en el mundo toman ventaja de esto al utilizar implantes auditivos, los cuales a final de cuentas utilizan señales eléctricas para estimular el nervio auditivo y así poder escuchar.
Sin embargo, en algunos casos la señal no es tan eficiente, pues no es muy clara. La buena noticia es que los científicos descubrieron una forma para arreglar el problema, utilizando luz que se puede colocar de forma más precisa para estimular zonas específicas del cerebro.
Pero primero, estas células deben de aprender cómo utilizar la luz como una fuente de entrada y por más sorprendente que nos parezca, organismos como las algas marinas utilizan la misma información genética que nosotros, por lo que si tomas el ADN de una de sus células y la insertas en tu organismo, ésta sigue trabajando como celda solar una vez que esté dentro del cerebro. Y es así como la información de fuera se convierte en una señal eléctrica.
Por ejemplo, una persona podría ser feliz al estimular una parte específica del cerebro, o podríamos hacer que se moviera si el estímulo se sitúa en la corteza motora. Pues justo eso es lo que los científicos lograron y lo que puedes ver en el video de AsapScience en donde se utilizó un ratón para mostrar los resultados.
Este ratón tiene conectados cables de fibra óptica a la corteza motora derecha, los cuales controlan los movimientos del lado derecho del cuerpo, por lo que al prender la luz se puede ver cómo el ratón no puede evitar correr hacia la izquierda, así que se podría decir que sus pensamientos y acciones fueron hackeados.
Ahora viene la pregunta clave, ¿qué pasa cuando empezamos a involucrar a la tecnología en nuestros cerebros? Por un lado se podría utilizar para manejar diferentes enfermedades como migrañas, esclerosis múltiple, Alzheimer o incluso controlar condiciones como la depresión, apagando y prendiendo las células necesarias.
Sin embargo, también podría ser utilizada para fines un poco más banales como jugar videojuegos con la mente y es aquí donde el peligro asecha, ya que el cerebro es uno de los órganos más complejos del cuerpo, por lo que en lo que logramos entenderlo mejor, debemos de estar alertas si no queremos perder el control de nuestros propios cerebros.