El jueves 19 de enero, Donald Trump llegó a Washington para ajustar los últimos detalles de la toma de protesta como el presidente número 45 de los Estados Unidos de América, y eso implicó también que entregara su viejo celular Android, con el fin de usar uno aprobado por el Servicio Secreto, con las configuraciones necesarias para evitar fugas de información y hackeos, de acuerdo con The Associated Press.
La agencia federal que tiene el objetivo de proteger la integridad de los mandatarios estadounidenses, hizo lo mismo con el otrora presidente Barack Obama, quien se convirtió en el primero con un teléfono ultraseguro y con comunicaciones ilimitadas.
Vale la pena decir que pocas personas podrán tener el nuevo número de Trump. Diversos medios aseguran que será un cambio radical y difícil para el mandatario, quien suele hacer varias llamadas cada mañana y noche, y hasta responder a los números desconocidos.
Además de las llamadas, tuitear también será un tema delicado. Antes de convertirse en presidente, Trump usaba su cuenta personal para responder a todo tipo de asuntos que tuvieran que ver, principalmente, consigo mismo, con su familia y con temas políticos del país que ahora dirige.
Trump había dejado claro que no emplearía la cuenta @POTUS –creada por Obama– y seguiría usando su cuenta personal en Twitter, sin embargo, la primera ya presume su foto, aunque no ha emitido ningún tuit hasta el momento.
No se dieron a conocer las características o la marca del nuevo celular del ahora presidente de la nación más poderosa del mundo.
