Con el fin de tener una mejor regulación sobre los nuevos negocios tecnológicos y que al mismo tiempo se puedan ofrecer mejores servicios para sus habitantes, la ciudad de San Francisco creará una Oficina de Tecnología Emergente.
En los últimos años, San Francisco se ha visto sorprendida por la gran cantidad de nuevos dispositivos que invaden las aceras, entre los que se encuentran robots repartidores, scooters eléctricos “tirados” en frente a lugares importantes.
Por tal motivo, el presidente de la Junta de Supervisores, Norman Yee, con el apoyo de la administradora de la ciudad, Naomi Kelly, buscan crear dicha Oficina. Siendo Obras Públicas quien albergaría la nueva oficina, y existen 250 mil dólares del presupuesto del año fiscal actual, para financiar el esfuerzo.
Con la creación de la nueva Oficina, antes de que se ponga a prueba cualquier dispositivo tecnológico nuevo para la ciudad de San Francisco, la oficina coordinaría la revisión con los departamentos pertinentes y "emitiría un Aviso para proceder si el resultado neto es para el bien común", según el anuncio.
La oficina no solo brindará a la Ciudad protecciones contra las tecnologías emergentes, sino que las compañías también entenderán mejor cómo podrían obtener legalmente permiso para proporcionar sus servicios.
"A menudo estoy increíblemente impresionado por el ingenio de las nuevas empresas y el ritmo de la innovación tecnológica,” comentó Yee en un comunicado. Aunque también confirma que la tecnología debería servir a los mejores intereses del público, no al revés.
La oficina debe monitorear las tecnologías emergentes actualmente en uso y trabajar con los departamentos de la ciudad para crear requisitos para administrarlas y probarlas "para ayudar a garantizar que las tecnologías emergentes puedan operar para servir al bien público y minimizar los daños a la salud pública, la seguridad, el bienestar y la conveniencia y espacio público," se puede leer en la legislación emitida.