Uno de los principales atractivos del iPhone X, sin contar su pantalla OLED de 5.8 pulgadas, es su avanzada cámara TrueDepth, la cual presume Face ID o la tecnología de reconocimiento facial de la marca.
Hasta ahora, Face ID funciona como debería (a pesar del escepticismo de Steve Wozniak), como lo han demostrado los curiosos que la han puesto a prueba. Mashable, hace unas semanas, comprobó su desempeño con gemelos.
Ahora, la popular iJustine se dio a la tarea de explorar las capacidades de esta tecnología con la ayuda de un artista profesional de efectos especiales.
La primera prueba consistió en modificar la apariencia de sus labios y orejas a través de prótesis de silicón para tratar de engañar a Face ID. Después, fue maquillada para simular que sufrió un grave accidente que le deja secuelas en el rostro.
Para sorpresa de todos, el iPhone se desbloqueó a pesar de los cambios en su rostro. Así, decidió convertirse en zombi; el resultado fue el mismo, Face ID la seguía "reconociendo".
Apple dice que su tecnología se adapta de manera automática a los cambios que se produzcan en la apariencia del usuario. De este modo, detecta el uso de maquillaje o el crecimiento de vello facial.
"Si se detecta un cambio más significativo (por ejemplo, si te afeitas la barba por completo), Face ID confirma tu identidad con tu código antes de actualizar los datos faciales", advierte la compañía californiana.
El iPhone X salió a la venta el viernes pasado. El mejor teléfono de Apple de este año está disponible a partir de los 23 mil 499 pesos.