Hace poco Kodak sorprendió al mundo con la noticia de que se declaraba en bancarrota y ahora lo vuelve a hacer con el también desafortunado anuncio de que tira la toalla en lo que a fabricación de cámaras digitales y de video se refiere.
La decisión fue tomada, según lo indicaron voceros de la empresa, como una medida drástica para reducir costos, además de que a partir de ahora se enfocarán más en los servicios de impresión de fotografías y en las impresoras de foto, dos de sus áreas más redituables.
Los usuarios que aún tengan una cámara Kodak en sus manos podrán tener acceso al servicio de asistencia técnica y su garantía estará intacta, pero por desgracia es lo único que seguirá vigente.