En el sector tecnológico es tema común lo inútil que se ha vuelto la educación convencional. Por eso tiene sentido que haya sido allí, y no en las secretarías de educación, donde se han gestado los intentos más disruptivos para modificar el esquema educativo. AltSchool, una startup fundada por el ex tecnólogo de Google, Max Ventilla, ha levantado el interés de varias de las personalidades más destacadas del sector, quienes donaron $100 millones de dólares. Entre ellos figuran Mark Zuckerberg, de Facebook, y su esposa Priscilla Chan.
El modelo educativo de AltSchool difiere de la escuela convencional. Sus grupos están compuestos por estudiantes de diversas edades que cursarían entre el preescolar o el sexto grado de primaria, y dado que los grupos no son numerosos, tampoco hay pupitres. Típicamente, las clases en AltSchool involucran trabajo en equipo y el uso de dispositivos electrónicos, como tabletas, en la labor de aprendizaje.
“Iniciamos AltSchool porque queríamos cambiar la vida de los niños, pero se ha vuelto algo más grande”, indicó Max Ventanilla en un comunicado. “Hemos creado una cultura en la que los maestros se sienten empoderados y valorados, y en la que los estudiantes y padres se sienten escuchados.”
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Actualmente AltSchool cuenta con cuatro planteles en San Francisco, California; sin embargo, el reciente financiamiento facilitará la apertura de dos escuelas más en San Francisco y Palo Alto, California, así como una más en Brooklyn, Nueva York.