Descargar una película de dos horas en tres segundos, tener asistentes robóticos en casa y tratar enfermedades sólo con gadgets y apps. Suenan a cosa del futuro lejano, pero podrían suceder más pronto de lo que creemos.
Todo sería gracias a los avances en conectividad 5G, robótica e inteligencia artificial en combinación, como expuso el Director de investigación de mercados de la Consumer Technology Association, Steve Koenig, durante la conferencia Trends to Watch del CES 2018.
Estos “ingredientes tecnológicos”, como los llama Koenig, sentarán las bases para un nuevo estándar del mercado, con miras a mejorar cada vez más desarrollos emergentes dentro de la innovación deportiva, la terapia digital y las ciudades inteligentes.
Por un lado, la red 5G alcanzaría una velocidad de 10Gbps para 2020, y su tasa de transferencia de datos crearía nuevas posibilidades para la conducción autónoma, la descarga de video 8K vía streaming, y experiencias más inmersivas de realidad virtual y aumentada. Algo crucial, por ejemplo, para que los vehículos autónomos optimicen sus rutas en tiempo real para reducir el tráfico en una ciudad inteligente.
El otro ingrediente necesario para ello es la inteligencia artificial, misma que comenzará a estar disponible en más que celulares y asistentes del hogar como Alexa o Google Home, desde lavadoras y candados para las casas, a vehículos capaces de aprender preferencias del conductor y rutas.
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Además, si bien ya existen en el mercado robots familiares como Kuri, comenzaremos a ver otros cada vez más complejos, o con tareas específicas, pero igual de capaces de aprender. El siguiente paso, de acuerdo a la gerente de investigación de IBM, Rachel Bellamy, será establecer con los usuarios algo que se parezca más a una relación, más que una interacción básica.
Una última tendencia a destacar es el surgimiento de las terapias digitales, esto es, periféricos y aplicaciones que, con el respaldo de evidencia clínica, sirven como complemento o incluso sustituto de tratamientos tradicionales. La realidad virtual, por ejemplo, tendrá aplicaciones en el tratamiento del estrés postraumático de los veteranos de guerra.