El jueves 6 de diciembre el gobierno de Guatemala dio respuesta negativa a la petición de asilo del empresario informático John McAfee. El pionero en software antivirus, podría ser regresado de vuelta a Belice donde la policía local lo espera para interrogarlo.
McAfee había sido detenido el miércoles pasado por entrar de forma ilegal a suelo guatemalteco, después de varias semanas en fuga de las autoridades beliceñas. McAfee es sospechoso del asesinato de Gregory Faull, vecino, ocurrido el pasado 11 de noviembre.
Las autoridades no encontraron los suficientes fundamentos para aprobar la apelación, según el vocero presidencial Francisco Cuevas. La abogada Karla Paz dijo que ante la negativa solicitaron una orden judicial a la Corte Suprema de Justicia de Guatemala para prevenir la extradición. Esta jugada podría darle al menos 48 horas más en aquel país centroamericano.
El mismo dia después de conocer la noticia, McAfee presentó una crisis nerviosa, según uno de sus abogados, Teleforo Guerra. El hombre de 67 años había comenzado a quejarse por un dolor en el pecho y presentaba presión arterial elevada. Sin embargo, se negó a recibir atención médica ya que se encontraba en medicación con herbolaria desde 1993, año en que sufrió un ataque cardiaco.
Horas más tarde fue trasladado a un hospital de la policía de donde salió la misma noche para regresar al centro de detención de inmigrantes donde alberga desde su detención.
De acuerdo con CNN en Español, McAfee solicitó asilo en Guatemala para no ser objeto de una persecución policiaca por parte del gobierno de Belice. Asegura que no tiene nada que ver con este caso y que las autoridades lo persiguen por negarse a pagar un soborno a la policía meses antes.
El 9 de noviembre McAfee llamó a la policía para informar que alguien había envenenado a sus perros. Su exnovia relató a las autoridades que al verlos sufrir, él le dio un tiro en la cabeza a cada uno y después los quemó en el patio de su casa.
Faull, su vecino, se había confrontado en numerosas ocasiones con el empresario por la agresividad de sus mascotas, así como por el ruido que provocaban. Dos días después, fue hallado muerto por un disparo en la cabeza.
McAfee había sido detenido el miércoles pasado por entrar de forma ilegal a suelo guatemalteco, después de varias semanas en fuga de las autoridades beliceñas. McAfee es sospechoso del asesinato de Gregory Faull, vecino, ocurrido el pasado 11 de noviembre.
Las autoridades no encontraron los suficientes fundamentos para aprobar la apelación, según el vocero presidencial Francisco Cuevas. La abogada Karla Paz dijo que ante la negativa solicitaron una orden judicial a la Corte Suprema de Justicia de Guatemala para prevenir la extradición. Esta jugada podría darle al menos 48 horas más en aquel país centroamericano.
El mismo dia después de conocer la noticia, McAfee presentó una crisis nerviosa, según uno de sus abogados, Teleforo Guerra. El hombre de 67 años había comenzado a quejarse por un dolor en el pecho y presentaba presión arterial elevada. Sin embargo, se negó a recibir atención médica ya que se encontraba en medicación con herbolaria desde 1993, año en que sufrió un ataque cardiaco.
Horas más tarde fue trasladado a un hospital de la policía de donde salió la misma noche para regresar al centro de detención de inmigrantes donde alberga desde su detención.
De acuerdo con CNN en Español, McAfee solicitó asilo en Guatemala para no ser objeto de una persecución policiaca por parte del gobierno de Belice. Asegura que no tiene nada que ver con este caso y que las autoridades lo persiguen por negarse a pagar un soborno a la policía meses antes.
El 9 de noviembre McAfee llamó a la policía para informar que alguien había envenenado a sus perros. Su exnovia relató a las autoridades que al verlos sufrir, él le dio un tiro en la cabeza a cada uno y después los quemó en el patio de su casa.
Faull, su vecino, se había confrontado en numerosas ocasiones con el empresario por la agresividad de sus mascotas, así como por el ruido que provocaban. Dos días después, fue hallado muerto por un disparo en la cabeza.