El panorama para Airbnb en la Ciudad de México está cambiando rápidamente tras la reciente aprobación de la nueva reforma a la Ley de Turismo de la Ciudad de México, que busca regular las estancias turísticas eventuales al limitar a un máximo de 50% de noches al año para que se puedan ofrecer propiedades a través de plataformas como Airbnb.
De acuerdo con autoridades, la medida tiene como objetivo evitar la escasez de vivienda disponible para los residentes locales y frenar el encarecimiento de los alquileres en ciertas zonas, producto de la expansión del alquiler temporal a través de plataformas digitales.
Y es que en los últimos años, ha habido un incremento significativo en la oferta de propiedades en plataformas como Airbnb, especialmente en colonias como la Roma, Condesa y Polanco. Con esta nueva regulación, el gobierno busca recuperar viviendas para los residentes locales, fomentando un mayor control sobre la oferta de propiedades en el mercado de alquiler a largo plazo.
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En respuesta a esta medida, Airbnb ha manifestado su preocupación, calificando la reforma como injustificada. Según la plataforma, esta nueva regulación impactará negativamente a los pequeños emprendedores y a las familias que dependen del ingreso generado por la renta de sus propiedades. Además, Airbnb argumenta que estas regulaciones no han sido exitosas en otras ciudades, como Nueva York, para reducir los precios de las rentas o aumentar la disponibilidad de viviendas, y que, en cambio, han afectado negativamente la economía local y fomentado el aumento de la informalidad en el sector turístico.
En tanto los anfitriones en la Ciudad de México que usen Airbnb deberán ajustarse a la nueva limitación de ofrecer su propiedad solo el 50% del tiempo al año, lo que equivale a 183 noches. Esto representa un cambio significativo para quienes han utilizado la plataforma como una fuente constante de ingresos.
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Los turistas que prefieren Airbnb como alternativa al hospedaje tradicional podrían ver menor oferta de propiedades en algunas de las zonas más populares de la ciudad, lo que podría traducirse en un aumento de precios de los hospedajes tradicionales como hoteles. Asimismo, es posible que la medida desincentive el turismo en áreas menos tradicionales de la ciudad, donde Airbnb ha facilitado el acceso a experiencias locales.
A pesar de las nuevas restricciones, Airbnb ha reiterado su compromiso de seguir colaborando con las autoridades para encontrar una solución que sea beneficiosa para todos los actores del sector. La plataforma también ha destacado su rol en la democratización del turismo y el apoyo a las economías locales a través de la capacitación de microemprendedores en corredores turísticos no tradicionales.
Airbnb tendrá que adaptarse a este nuevo marco legal y explorar opciones para seguir operando en la Ciudad de México mientras busca proteger los intereses de sus usuarios y anfitriones.
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