No todos los productos que consumimos son lo que dicen ser y, por supuesto, no son beneficiosos para la salud de quienes las comen; uno de los embutidos más populares en la gastronomía mexicana son las salchichas, y en esta ocasión la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) nos dice características ya no deberíamos consumir.
En la Revista del Consumidor, la Profeco hizo un análisis que habla de distintas marcas de salchichas que se venden en el país, comparándolo con su valor nutrimental, así como se consumen los requisitos y por último por qué mienten en su descripción.
Este análisis realizado en el año 2020, comprendió en la revisión de 57 marcas de salchichas, y evaluó la calidad sanitaria, la grasa, la reducción de fécula, proteína, humedad, sodio, tipo de carne y si su etiquetado era real. Aunque se basa en la norma NMX-F-065-1984 que contempla sólo 3 tipos de salchicha, al no ser obligatorio, en el mercado se venden más tipos, de los cuales, también se integraron al estudio.
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¿Qué marcas mienten en su etiquetado?
En términos generales, hay al menos 30 marcas de salchichas que no se apegan a las normas de elaboración de salchichas, y que mienten en sus etiquetados. Las que venden más agua que carne son las marcas Casa López y Peñaranda, que son 75% y 50% agua respectivamente. Aunque la Duby y Aurrerá en sus salchichas tipo Viena, y la Don Fer, en las de pavo también mienten en la cantidad de carne de su producto.
Por otra parte, hay marcas que mienten en sus ingredientes y su composición, por ejemplo, Parma Sabori, San Millán y tres castillos dicen estar hechos de pavo, pero eso no es cierto, son de pollo. Sin embargo, Nu-tres y Pepe Salchicha ni siquiera dicen qué ave están hechas sus salchichas de pavo.
De nuevo, Parma Sabori miente en otro de sus productos, “Al natural” dice ser de pavo, pero es de pollo, además de decir que no tiene conservadores, cuando sí los tiene.
Estas marcas juntan dos o hasta tres falsedades en su etiquetado como tener más agua que carne, estar hechas de pollo en vez de pavo o no decir la verdad sobre su contenido graso.
Otras que se dicen ser más “naturales” también mienten en su composición. Una de ellas es la Fud Cuida-t+ que resultó ser la más mentirosa de todas, pues dice ser en su mayoría de pavo, pero en realidad es pollo; dice ser reducida en sodio, pero tiene las cantidades normales; y finalmente, dice ser reducida en grasa pero tiene la cantidad normal.
Muchos de estos productos han sido inmovilizados debido a la composición falsa que decían tener, la cual, podría dañar la salud de los consumidores. Al respecto, Profeco recomienda considerar la cantidad que ingerimos, pues pueden tener exceso de sodio, de grasa y provocar problemas mayores si padecen hipertensión arterial.