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1Fit México presumió éxito, pero se fue sin avisar. El saldo: muchas dudas y cientos de clientes, socios y empleados afectados


1Fit llegó con fuertes números a México pero una salida estrepitosa y confusa ha afectado a miles. Paréntesis relata esta historia.

por: Carlos Daniel Martínez Carlos Daniel Martínez

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El día era 29 de abril. Vania Ortiz, de Guadalajara, Jalisco, se dirigía a su trabajo, pero aquella mañana era más tensa que otras. Ella era agente de ventas en la aplicación 1Fit México y conocía la presión a la que, tanto ella como sus compañeros, estaba sometida, pero esa mañana era diferente.

Despertó con varios mensajes de sus compañeros de trabajo, quienes le preguntaron si había revisado lo que Murat Alikhanov, empresario kazajo y CEO de 1Fit, había publicado en la plataforma Slack. Ella no sabía y lo revisó: “¡Hola equipo! Es muy triste escribir esto, pero vamos a cerrar 1Fit en México”.

Ella no comprendió el origen de este mensaje. Alikhanov hablaba de una supuesta extorsión y que la única opción viable era declararse en bancarrota. Ese mensaje desconcertó al equipo, pues, de acuerdo con su informe del primer trimestre del 2025, 1Fit había incrementado sus ventas en un 40% respecto al mismo periodo del año anterior. En México, las suscripciones alcanzaron los 1.2 millones de dólares, casi el doble que los 688 mil reportados en el último trimestre de 2024.

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Luis Miguel Garza, Country Manager y representante legal de 1Fit en México, estaba ausente y los trabajadores exigían su presencia. Cuando apareció horas después, aseguró que no sabía nada del cierre y afirmó ser “un empleado más”. 

De acuerdo con testimonios recabados por este medio, Garza dijo que “ya no era” el representante legal, sin precisar más. Aunque no se le confrontó directamente ni explicó bajo qué términos dejó el cargo, varios trabajadores interpretaron sus palabras como una desvinculación previa al cierre.

“No te preocupes pequeña, ya sabes que yo siempre voy a luchar por ustedes”, le prometió a Vania cuando ella se despidió. Pero esa ayuda no ha llegado.

Ese fue el escenario que los 69 trabajadores de 1Fit México —41 en Guadalajara y 28 en la CDMX— vivieron momentos antes de que la aplicación deportiva anunciara el cierre de operaciones en nuestro país. Luego de borrar un primer comunicado, la empresa de origen kazaja lo atribuyó a “dificultades financieras significativas”, negando cualquier señalamiento de presuntas “conductas fraudulentas o engañosas”.

Una semana después de aquel boletín, y de múltiples quejas de usuarios, socios y empleados, llegando incluso a llamar la atención de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Fiscalía de Jalisco, 1Fit México, a través de Murat Alikhanov, en un video detalló en el proceso a seguir.

1Fit aterriza en suelo azteca

Fundada en 2018 por el empresario kazajo Murat Alikhanov, quien también funge como su director ejecutivo, 1Fit llegó a México en agosto de 2024, convirtiéndose en el quinto país en contar con el servicio, detrás de Kazajistán, Azerbaiyán, Uzbekistán y Malasia.

En uno de los resúmenes mensuales que Alikhanov acostumbra subir en sus redes sociales, específicamente en el de agosto de 2024, menciona que durante su primer mes en México, la aplicación generó 130 mil dólares en ventas, una muestra de “un buen trabajo en el criterio de selección de mercado y en su estrategia”.

Además, de acuerdo con un artículo de Forbes Kazajistán firmado por la periodista Anna Reznik, 1Fit obtuvo ingresos superiores a los 115 mil dólares durante su primer mes de funcionamiento. El mismo artículo refiere a que el lanzamiento en México “fue el más exitoso en la historia de la compañía”.

Al igual que sus competidores como TotalPass o FitPass, 1Fit es una plataforma de suscripción que permite el acceso a diferentes gimnasios, clases y actividades físicas en múltiples ubicaciones con un solo pago mensual. Los gimnasios y centros de actividades, llamados “socios” por la empresa, reciben una tarifa fija por cada entrada registrada por los usuarios.

1Fit México tuvo operaciones en 3 ciudades del país: Guadalajara, Ciudad de México y Querétaro. Además, la empresa planeó expandirse a la ciudad de León; así como recorrer Latinoamérica con posibles llegadas a Colombia y Brasil, un hecho que, tanto la edición kazaja de Forbes como las fuentes consultadas para este reportaje, constataron.

El 1 de abril, 28 días antes del cierre, Alikhanov celebraba en Slack: “Por cierto, ayer nos chingamos dos pinches récords de ventas: el mensual y el diario. ¿Sabes [sic] qué chingados decimos en una situación así?”.

Y llegaron los problemas…

Con una operación en 5 países, uno de ellos al otro lado del mundo de su lugar de origen, y con grandes expectativas sobre la demanda del producto, ¿qué fue lo que pasó?

Poco tiempo después del colapso en las oficinas de 1Fit México, su cuenta de Instagram desplegó un primer comunicado en el que anunciaba su cierre de operaciones, aunque sin explicar la razón. Más tarde, lo sustituyó por otro en el que lo atribuyó a “dificultades financieras significativas” que desembocaron en la decisión corporativa de cerrar la puerta en México.

“Queremos dejar en claro que esta situación no obedece a conductas fraudulentas o engañosas por parte de la empresa o su personal. Las causas son estrictamente financieras, y asumimos el compromiso de afrontar esta situación con total honestidad y probidad”, manifestó.

Dicho boletín agregó que, entre las decisiones tanteadas por la empresa, incluía la posibilidad de iniciar un proceso de concurso mercantil “con el objetivo de asegurar que los activos de la sociedad se administren y distribuyan de manera justa, equitativa y conforme a derecho”.

Sin embargo, otra versión salió a la luz. Ese mismo 29 de abril, Murat Alikhanov, CEO de la empresa, subió una historia en su cuenta personal de Instagram donde insinuaba una situación de peligro: “¿Quieres escuchar la historia de cómo quisieron secuestrarnos en México, pero rápidamente huimos?”.

Esta versión también llegó a los trabajadores de 1Fit, ya que ese fue el primer mensaje que recibieron en Slack que anunciaba el inicio del fin. Alikhanov habló sobre “el esfuerzo enorme para solucionar los problemas que no nos dejaban crecer”, los intentos de “arreglar la economía unitaria” y “hackear la adquisición de nuevos socios”, pero pese al progreso, le añadió “otra situación inesperada” que, no dejó otra opción “más que declarar la quiebra de la empresa en México”:

“Estando en la Ciudad de México, empecé a recibir amenazas por parte de delincuentes. Realmente queríamos creer que se trataba de una simple estafa, pero lamentablemente no fue así. Una serie de eventos y una pequeña investigación nos confirmaron que la amenaza era real. Tuvimos que salir urgentemente del país”.

Esta narrativa también fue replicada en Kazajistán. El diario especializado en finanzas de dicho país, Digital Business, citó un supuesto comunicado oficial en el que 1Fit detalló sobre la presunta agresión.

“Individuos desconocidos que actuaban agresivamente y exigían recursos financieros han generado una seria preocupación por la seguridad de nuestro equipo. Tras evaluar el nivel de riesgo junto con consultores de seguridad locales y las fuerzas del orden, la gerencia de 1Fit tomó la decisión urgente de llamar a los empleados de regreso a Kazajistán para evitar exponerlos a mayores peligros”, versa el boletín que no llegó a ojos mexicanos.

Paréntesis consultó a la Fiscalía del Estado de Jalisco, entidad donde está registrado el domicilio fiscal de 1Fit México, para saber si existe alguna denuncia por extorsión o secuestro relacionado con el caso de Alikhanov, pero no hubo respuesta.

Por su parte, colaboradores dentro de la empresa atribuyen otras razones a la caída de 1Fit México. Una de las más importantes, la apresurada decisión de expandir el servicio a la capital del país.

Vania Ortiz comentó a Paréntesis que uno de los primeros errores en la empresa pudo ser la falta de regulación en el pago de los socios por conseguir usuarios que acudieran a sus actividades ya que, si en Guadalajara existía un límite de 80 pesos de pago fijo por clase, en la Ciudad de México se les pagaba desde 120 hasta 200 pesos. 

Además, tanto el testimonio de Vania como el de otro extrabajador que pidió hablar bajo anonimato, refieren a que la falta de entendimiento de la magnitud de la Ciudad de México fue otro de los grandes problemas. La CDMX inició operaciones en noviembre de 2024 con 89 gimnasios, una cantidad que, aunque afirmaron razonable para una ciudad como Guadalajara, no puede compararse con la capital, tanto por competencia como por densidad poblacional y estilo de vida.

En el mismo artículo de Reznik en Forbes Kazajistán, donde engloba los resultados de 1Fit en los mercados extranjeros durante 2024, a pesar de que la Ciudad de México contaba con un mercado laboral más activo y “la gente en las regiones está menos motivada para trabajar”, la dificultad para contratar personal y trámites burocráticos que retrasaron el proceso de apertura de la empresa en el país fueron algunos de los problemas que se enfrentó la app.

Los empleados viven en el limbo

“Hemos pagado íntegramente a nuestros empleados. Todas las demás obligaciones con socios y clientes se cumplirán estrictamente en el marco de la legislación mexicana”. Eso dijo 1Fit a Digital Business en el mismo comunicado que citan y que no explica la versión mexicana.

Exempleados aseguran que esto no es cierto. Afirman que sólo tras presionar a Luis Miguel Garza lograron cobrar su última quincena; sin embargo, no han recibido su liquidación a pesar de las promesas de ser apoyados. Además, denunciaron que fueron dados de baja del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sin firmar documento alguno que confirmara su despido.

Después de la estrepitosa reunión del 29 de abril, Garza les dijo que el resto de la comunicación con los superiores sería a través de Slack, específicamente para coordinar lo relacionado con la liquidación.

Murat Alikhanov, además de pedir que los trabajadores no emitieran ninguna declaración sobre lo que ocurría, los exhortó a escribir sus preguntas en la plataforma de comunicación laboral. A pesar de que varios le tomaron la palabra y externaron su preocupación y sus dudas, nunca respondió.

A partir del 2 de mayo, todos los trabajadores perdieron el acceso a Slack, su único canal de comunicación con la empresa. Ellos alegan que fueron expulsados.

De acuerdo con los testimonios recabados por este medio, como los que circulan en el grupo de Facebook “Queja colectiva 1Fit”, se desconoce el paradero de Luis Miguel Garza. Los extrabajadores reclaman que no contesta y que eliminó sus redes sociales.

“Ahorita estamos detenidos, estamos esperando a que ellos nos contacten, [pues] ya nos quitaron las redes de la empresa, ya no tenemos el Slack con ellos, ya no tenemos modo de comunicarnos con ellos. Miguel desapareció de la faz de la Tierra, de las redes sociales, de celular, de todos lados”, agregó una fuente anónima.

El porvenir de 1Fit es difuso

Una fuente consultada por Paréntesis relató que, ante la falta de respuesta por parte de los directivos y el posterior cierre de los accesos a Slack, envió un mensaje a un grupo de WhatsApp donde también formaba parte Murat Alikhanov. El 5 de mayo, él respondió:

“Hola chicos. Vamos a intentar recaudar fondos con un gran descuento para cubrir todas las obligaciones en México. Esto llevará algo de tiempo, pero estamos haciendo todo lo posible para manejarlo correctamente. Les pedimos que nos den tiempo”, escribió el empresario.

A pesar de que varios empleados aprovecharon la sorpresiva aparición de Alikhanov para seguir exigiendo respuestas, no volvió a escribir. Con respecto a Miguel Garza, no hubo señales.

Pero no fue una semana después que finalmente Murat Alikhanov habló públicamente sobre el caso. Desde sus redes sociales como en las de 1Fit México, subió un video para “explicar lo que ocurrió”. Aseguró que el cierre de operaciones fue el resultado de una “situación crítica”, pero no reveló cuál, y que, luego de consultar con asesores, decidió salir de México para priorizar “la seguridad de nuestro equipo y nuestros aliados”.

También dijo que, luego de esta “situación”, se había decidido cerrar las operaciones de manera gradual, pues no es la primera vez que la empresa cerraba en otros mercados (como los casos de Reino Unido, Rusia y ; sin embargo, la “cadena de eventos” que ocurrieron en México “generó la percepción” de que 1Fit cerraría inmediatamente, un hecho que, agregó, generó una malinterpretación sobre el porvenir de la empresa.

“Algunos de nuestros socios dejaron de atender a nuestros clientes diciendo que ya no aceptarían usuarios. Esto provocó un enorme caos, solicitudes de reembolso y rumores de que 1Fit era un fraude [...]”, puntualizó. Si bien se disculpó por el inconveniente que generó a clientes, socios y empleados, señaló las acusaciones en su contra de presuntamente huir con el dinero generado:

“Algunos incluso pensaron que yo era un estafador que había huido de México con todo el dinero. Entiendo cómo se sienten, pero les aseguro que esto no es así”.

 


 

Si bien 1Fit México consideró la posibilidad de un concurso mercantil, ya que con eso “quedaríamos protegidos frente a demandas y reclamos” y, continuando con el proceso, los fondos restantes de sus cuentas serían distribuidos entre los acreedores por un juzgado de México. No obstante, Alikhanov afirmó que esto sólo cubriría una pequeña parte de sus responsabilidades y que, aunque “sería la salida más sencilla y económica”, sostuvo que dicha estrategia “no se alinea con nuestros valores fundamentales”.

Entonces, ¿qué sucederá? Alikhanov se limitó a decir que 1Fit tiene la intención de cumplir con todas sus obligaciones con empleados, clientes, socios y proveedores, y que gradualmente realizarían esos pagos, pero que eso tomará tiempo.

“Les pido paciencia, cumpliremos nuestras promesas. Les estaremos informando regularmente sobre los próximos pasos y tendremos nuestros canales de comunicación a su disposición”, prometió.

Mientras tanto, la Fiscalía del Estado de Jalisco confirmó que 2 personas han acudido para presentar una denuncia por presunto fraude, un hecho que la dependencia estatal ya está investigando. Además, la Profeco emitió recomendaciones para que los consumidores afectados presenten sus quejas.

De acuerdo con cálculos de una de fuente entrevistada, el adeudo a los socios es de aproximadamente 8 millones de pesos, mientras que para los usuarios llega a los 70 millones. Esa última cifra no le extraña a Vania Ortiz.

Paréntesis contactó a Murat Alikhanov a través de sus redes sociales en búsqueda de una declaración. Hasta el momento del cierre de esta nota, no ha contestado. La misma situación fue al intentar contactar a la cuenta de 1Fit México en WhatsApp.

Aunque la intención de 1Fit es “convertirse en una startup kazaja con un millón de clientes en el extranjero y lanzarse en 20 países en 5 años”, de acuerdo con el texto de Reznik en Forbes, la aplicación primero deberá de resolver sus cuentas pendientes con México. 

Este medio estará al tanto del desarrollo de esta historia.

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