El concepto
Con el i3, BMW no sólo creó su primer automóvil 100% eléctrico, también desarrolló todo un conepto verde desde la fabricación del auto hasta lo que se puede hacer con éste una vez que termina su ciclo útil de vida.
Al ser eléctrico, el i3 no emite contaminantes —de hecho no tiene tubo de escape. Pero más allá de eso, este automóvil tiene un buen porcentaje de materiales reciclados, por ejemplo, parte de la tela que se usa en los asientos tiene PET reciclado y la piel que está en éstos proviene de un lugar muy cercano a la planta de Leipzig, donde se arma este vehículo, y para tratarla no se utiliza ningún tipo de químico, sino aceites vegetales y derivados de la oliva. Además, la madera del tablero y las puertas son de kenaf, una planta muy parecida al bambú que se produce en bosques certificados y que, a decir verdad, le da un toque, textura y look único a este coche.
Por otro lado, 80% del aluminio que se usa en el i3 es producido utilizando energía limipia o están hechas de aluminio reciclado. Por si fuera poco, 25% de los materiales del interior del coche y 25% de las partes exteriores de termoplástico provienen de elementos reciclados o de fuentes renovables. Pero lo que más me impresionó en este tipo de datos es que 95% del i3 puede ser reciclado al final de su vida útil. Increíble, ¿no?
De esta forma, quien compre este automóvil no sólo dejará de emitir contaminantes, también se hará de un coche cuya huella ecológica en su fabricación es mínima.
Diseño único
Este BMW es diferente a todos los demás, pero, sin duda, tiene el sello de la armadora alemana. Al frente se mantiene la clásica parrilla dividida en dos, pero es sólida (no tiene perforaciones) porque, al ser un auto con motor eléctrico, no necesita la entrada de aire —de hecho, el motor no se aloja en el cofre.
El i3 tiene luces de día en LED, pero los faros de la versión que probamos (Mobility) son de halógeno —sinceramente y por el precio de este vehículo esperábamos por lo menos xenón. Me gusta mucho el diseño de los rines, que son de 19 pulgadas, y me llama la atención la forma de las calaveras, que sí son completamente en LED. Vale la pena destacar que todo el habitáculo (módulo superior del coche) está hecho de fibra de carbono, un material hasta cierto punto resistente y muy ligero, lo que ayuda en el consumo de energía. El módulo inferior (donde se alojan las baterías y el motor), por su parte, es de aluminio, que también es ligero.
El interior del BMW i3 también es diferente. Se puede describir como limpio y minimalista, y por el tipo de materiales usados, la verdad es que genera una rara sensación de tranquilidad. Destaca la ausencia de un panel de instrumentos normal, que fue sustituido por una pantalla a color de buena resolución en donde, en lugar de instrumentos como un tacómetro, encontramos un semicírculo que, de forma muy gráfica, indica qué tanta energía usas de las baterías cuando aceleras, así como qué tanta regeneras al momento de dejar de acelerar o cuando frenas. También se incluyen datos como la velocidad, el nivel de carga de las baterías del coche, la autonomía (kilómetros que puedes recorrer con el nivel actual de carga) y la información de la computadora de viaje, que incluye tiempos de recorrido y consumo medio de energía (equivalente al consumo promedio de gasolina en un coche normal).
Tecnología conectada
Pero lo que más llama la atención, por tamaño, en el interior de este auto es una pantalla de 10.25 pulgadas en la que se despliegan los sistemas de navegación y de infoentretenimiento.
Ya hemos revisado estos sistemas a fondo en otros autos de la armadora alemana, sin embargo, vale la pena nombrar algunas funciones, ya que éste es uno de los primeros automóviles que se venden en México con un chip SIM integrado. Sí, te suena conocido porque es una tarjeta como la que tiene tu teléfono celuar. Gracias a este chip, el i3 puede estar en línea siempre, y así ofrecer, por ejemplo, información del tráfico en tiempo real, como si usaras Waze en tu smartphone. También sirve para obtener información en tiempo real de centros de entretenimiento, restaurantes y estaciones de carga, entre otras funciones.
Además, gracias a este chip, el auto tiene un botón de emergencia (SOS). Está arriba, donde encuentras normalmente las luces de lectura y, por seguridad, es de dos pasos: primero tienes que dar un clic para que se abra y después presionar una tecla interior. Al hacerlo, el auto hace una llamada de emergencia que puede ser atendida por BMW las 24 horas del día durante los 365 días del año. Por si fuera poco, el auto está en constante comunicación con las agencias para detectar necesidades de servicio.
Por ser un automóvil eléctrico, el BMW i3 tiene también un menú especial dentro de esta pantalla llamado eDrive. En éste puedes ver de forma muy gráfica un historial de consumo de energía, cómo consumes o regeneras energía, algunos componentes auxiliares y una herramienta que te califica conforme manejas, para que lo hagas de la forma más eficiente.
Fuera de este par de novedades, y de que la interfaz tuvo un rediseño, el sistema multimedia y de información de este BMW hace lo mismo que los demás: puedes conectar tu teléfono para hacer y recibir llamadas, ver tu historial de llamadas o marcar un número. También, puedes seleccionar la fuente de audio que quieres reproducir, como la música de tu teléfono o Spotify, que puedes seleccionar como app y las funciones se integran de forma más orgánica.
Como la pantalla no es táctil, todo se controla a través de un joystick con teclas de acceso directo. Este control ya lo conocíamos de otros modelos de la armadora alemana, pero ahora tiene también un panel táctil que te permite escribir con el dedo una dirección o número teléfonico sin generar tanta distracción.
100% eléctrico, 0% aburrido
Sinceramente, manejar este BMW fue una grata sorpresa. Cuenta con un motor eléctrico que brinda el equivalente a 170 caballos de fuerza, una caja automática de dos velocidades (una al frente y revresa) y se maneja prácticamente con un sólo pedal, ya que en cuanto dejas de acelerar el i3 empieza a frenar de forma automática y, con ello, a recargar energía.
Si pensabas que por ser eléctrico este auto es aburrido, estás equivocado. Sí, no supera los 200 caballos, pero hay que tomar en cuanta que, por ser eléctrico, prácticamente el 100% del torque, que por cierto es de 250 Nm, está disponible desde que pisas el acelerador. De acuerdo con la ficha técnica, este Bimmer puede hacer el 0-100 km/h en sólo 7.2 segundos. En Paréntesis lo logramos en 8 (claro, no en las condiciones más adecuadas).
Sin dudarlo, puedo decirles que es un auto divertido y emocionante, y brinda una experiencia de manejo única. Dependiendo de tus gustos o necesidades, el i3 tiene tres modos de manejo: Confort, es el que viene por default cada que lo enciendes, te da la mayor potencia posible pero también el menor rango de autonomía (unos 130 kilómetros); Eco Pro, que reduce la potencia, pero aumenta la autonomía (160 kilómetros), y Eco Pro Plus, que además de reducir la potencia y quitar elementos como el aire acondicionado, aumenta mucho más los kilómetros que puedes recorrer (hasta 190).
Por supuesto, todo depende de tus hábitos de manejo, mientras más le exijas al auto, más energía gastarás, igual que consumes más gasolina cuando más corres o pisas el acelerador en un auto a gasolina.
Finalmente, en cuanto a seguridad, el BMW i3 cuenta con bolsas de aire frontales, laterales y de cabeza, control de velocidad crucero con frenado automático, sensor de lluvia, sensores de estacionamiento traseros y frenos ABS.