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Resident Evil 7: biohazard


Capcom resucita al zombi preferido de los videojuegos con vista subjetiva, puzzles memorables y una clara inspiración en P.T.

por: Allan Vélez Allan Vélez

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Resident Evil 7: biohazard es el mejor juego de la serie en los últimos 10 años. También es uno que se basa en las raíces que la hicieron famosa a finales de los 90. Juegas en el papel de Ethan Winters, un misterioso personaje que viaja a Dulvey, Louisiana, en busca de su esposa desaparecida, Mia. Bajo esta premisa Capcom presenta el primer juego de la serie con vista subjetiva, uno en el que se deben resolver puzzles similares a los de los primeros títulos de la serie y que está lleno de secretos y referencias a los juegos que volvieron a Resident Evil una de las franquicias más queridas de los videojuegos.

 

Novia psicópata

Es evidente que Resident Evil 7: biohazard está inspirado en P.T., el teaser con el que Konami anunció que trabajaba en un nuevo juego de Silent Hill que terminó por cancelar tras despedir al diseñador Hideo Kojima. La primera mitad del juego, en la que se explora la residencia de la familia Baker, es terrorífica. Los pasillos de la casa son sombríos y constantemente se escuchan ruidos, casi siempre generados sin motivo aparente. Es como si Resident Evil 7 jugara contigo. El juego genera una sensación de terror que hace que uno se la piense dos veces antes de abrir una puerta o subir al ático. Crea una atmósfera que, pienso, no tenía la serie desde que Capcom reeditó Resident Evil en 2002, cuando con un trabajo de gráficos fotorrealistas y efectos sonoros mucho más modernos logró un juego sumamente tenebroso. Más adelante en la trama de Resident Evil 7 se abandona la casa de la familia Baker y la manera en la que el juego provoca sustos cambia. El juego sustituye el terror psicológico que genera atravesar pasillos sombríos por sustos súbitos generados por encuentros sorpresivos.

 

Nos metimos ahí porque teníamos que hacerlo. No nos metemos a Tepito a media noche porque no tenemos que hacerlo.

 

Y aunque eventualmente Resident Evil 7: biohazard se aleja de la frescura que le da la primera parte del juego para caer en los viejos clichés de la serie, el juego mantiene personalidad. No es un juego de disparos con ambientación sombría, sino uno de exploración y sobrevivencia. Los puzzles que hicieron famosos a los primeros juegos de la serie están de vuelta de cierta manera. A lo largo del juego deben recolectarse llaves con formas de animales, las ganzúas están de vuelta y durante mi aventura dejé varias cajas cerradas porque elegí utilizar mis ganchos en otras. Resident Evil 7 también estrena una mecánica que consiste en obtener pistas sobre el juego observando películas que narran eventos pasados; el que me parece es el puzzle más memorable del juego está ligado a esta mecánica, que ciertamente ofrece un enfoque ingenioso para guiar al jugador. Resident Evil 7 también presenta algunas elecciones. Unas tienen repercusiones en el gameplay, pues consisten en elegir una mejora en detrimento de otra –más salud en vez de una mejora capacidad de disparo–. Las otras posiblemente modifican el desenlace de la trama. Esta combinación hace que Resident Evil 7 tenga rejugabilidad.

 

Pobre del diablo que le tuvo que digitalizar este baño.

 

Pero, aunque Resident Evil 7: biohazard es un juego brillante, desafortunadamente pierde cierto ritmo. No es que a la mitad de la trama se vuelva tedioso, sino que simplemente su inicio es tan sorpresivo que su desarrollo y eventual desenlace contrasta con la calidad de su arranque. Lo imagino como la montaña rusa de la Feria de Chapultepec, todo el paseo es grato, pero la primera pendiente es la mejor y no tiene comparación. También, Resident Evil 7 no escapa a las prácticas más criticadas de Capcom. Resulta que al finalizar la campaña, que concluí en aproximadamente 12 horas, el modo Arcade llamado Pesadilla similar a los zombis de Call of Duty– es un añadido de 10 dólares. Otro contenido, que desvela información relacionada a la familia Baker, se compra por 15 dólares. Encima, el final del juego es poco concluyente, pero Capcom promete aclararlo con un episodio adicional que, afortunadamente, será gratuito.

 

Ella es Mía Winters y bueno, redefine el término "novia psicópata".

 

Sin embargo, ninguna de las sombras de Resident Evil 7: biohazard logran opacarlo. Su inicio es brillante y la presentación parece insuperable. El mejor Resident Evil de los últimos 10 años.

 

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