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Review - Super Mario Party Jamboree: La fiesta regresa con su entrega más robusta hasta la fecha


Con siete tableros, más de 110 minijuegos, y múltiples modos para jugar en compañía o en solitario, Jamboree es el Mario Party más ambicioso

por: Uriel Barco Uriel Barco

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Con más de 25 años en el mercado, Mario Party es una serie que ha estado en constante evolución para, en primer lugar, ofrecer experiencias que se ajusten al hardware de Nintendo en turno y, en segundo, para incluir elementos que le den variedad a su propuesta de tableros y minijuegos.

 

En ese tenor llega ahora Super Mario Party Jamboree, la tercera entrega en arribar a Nintendo Switch —luego de dos predecesores que, trayendo de vuelta algunos de los aspectos que mejor funcionaron en iteraciones del pasado, se encargaron de revitalizar y homenajear la franquicia— y la primera en incluir el “Jamboree Buddy” sugerido en el título, un nuevo elemento que le da un giro a la dinámica de juego y que eleva las hilarantes posibilidades de quedar enemistado en las partidas.

 

 

Mario Party siendo Mario Party

 

La fórmula de Mario Party se mantiene intacta: el modo principal involucra jugar en tableros por turnos, en los que hay casillas con castigos o recompensas, todo con miras a acumular monedas para obtener estrellas, la finalidad última de la sesión y el criterio para resultar ganador. Por cada vuelta los participantes se enfrentan en minijuegos en los que también hay monedas como recompensas.

 

Asimismo, los usuarios pueden comprar ítems que pueden alterar el flujo de la partida, como castigos para las casillas, warps, dados para aumentar posibilidades de avance, Boos para robar estrellas, y más.

 

Y si la intención no es jugar en tablero, puede elegirse el modo exclusivo de minijuegos.

 

¿Cuál es la novedad?

 

Siguiendo la tradición de Mario Party en Switch —plataforma en la que la franquicia ha puesto especial esmero en refrescar su propuesta—, Super Mario Party Jamboree llega con novedades bajo el brazo, siendo la principal el “Jamboree Buddy”, personaje aleatorio (dentro de un roster ya definido) que aparece en el tablero y que le brinda al equipo que se lo quede un perk adicional.

 

Por ejemplo, Waluigi roba monedas de aquellos jugadores que se rebasen, Yoshi copia los ítems de los adversarios, Peach hace que las estrellas cuesten la mitad de su precio, Bowser Jr. deja una trampa para hurtar monedas, etc. En total son 10 Jamboree Buddies, aparecen en los tableros en puntos al azar, y para contar con ellos es necesario ganar un minijuego que inicia apenas alguien se los cruce en su camino, y si esto último no ocurre durante un número determinado de vueltas, desaparecen.

 

Otra novedad son las Pro Rules, una manera de jugar con un set definido de nuevas reglas para hacer a un lado el factor suerte, y que incluyen votación de minijuegos, ítems limitados en las tiendas, señalización anticipada de los espacios en los que aparecerán las estrellas, y más.

 

Los Jamboree Buddies son un elemento que refresca la propuesta, aún si son una suerte de reinvención de los aliados que ya habíamos visto con anterioridad en la serie, pero son las Pro Rules las que realmente le dan un giro a la fórmula Mario Party, haciendo que las sesiones de juego se perciban con un dejo de competitividad con el que se vuelve importante contar ítems y anticipar cómo se desarrollará la jugada en cada vuelta. En otras palabras, habilitar estas reglas es jugar con pensamiento estratégico; quizá sea demasiado cambio a la lógica habitual de la franquicia, pero en definitiva es un añadido que nos encantó.

 

 

Más allá de tableros y minijuegos

 

Super Mario Party Jamboree es tan ambicioso que no se limita a ofrecer los característicos tableros y minijuegos. Motion Island es un modo que incluye tres juegos diseñados para jugarse en cooperativo, y que abarcan desde propuesta de ritmo hasta resolución de puzzles con ayuda del control del movimiento del Joy-Con. Por otro lado está Bowser Challenges, modo que incluye dos juegos online, uno de ellos centrado en recolección de monedas en carrera y otro cooperativo en el que ocho usuarios se enfrentan a Impostor Bowser con ayuda de bombas, y desde una perspectiva más tradicional.

 

Y como si la oferta de modos fuera poca, hay uno adicional llamado Party-Planner Trek que es para un solo jugador y en el que el objetivo es merodear por los tableros del modo principal, hablar con NPCs, y recolectar ítems y mini estrellas.

 

Todo esto, sumado a los siete tableros (cada uno con sus propios modificadores y lógicas), más de 110 minijuegos y un roster de más de 20 personajes, hace de Super Mario Party Jamboree la entrega más completa de la franquicia, un juego al que se le estarán destinando incontables horas distribuidas en compañía —local y online— y en solitario, a lo largo de su magnífica oferta.

 

Apartado técnico

 

Detenerse a hablar del apartado técnico de un Mario Party es un ejercicio ocioso, pues lo único cierto es que son títulos para los que la prioridad es la creatividad arrojada en tableros y minijuegos, y la diversión del usuario, no la fidelidad gráfica y sonora.

 

Conclusiones

 

Super Mario Party Jamboree continúa la tradición y se erige como la entrega más robusta de la franquicia, una con la que la diversión, la frustración y las carcajadas llegan desde múltiples frentes. Y es, además, una estupenda manera de remarcar que Nintendo Switch, que ya comenzó su recta final de vida, es una consola que subraya el poder y la relevancia mayúscula de reunirse en presencial para jugar con amistades y familiares, por excelencia uno de los ejes de la Gran N.

 

Calificación: 8.5/10

Super Mario Party Jamboree

Desarrollador: Nintendo Cube

Publisher: Nintendo

Disponible en Nintendo Switch

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