Diseño 

Sin duda, el diseño de este Huawei destaca dentro de la gama media, ya que retoma la imagen premium de la línea Mate en un equipo mucho más accesible. Su cuerpo es mayormente metal y a diferencia de otros equipos con acabados similares, este teléfono no se rayó tan fácil en el uso cotidiano. 

 

En contraste con la parte trasera por el frente tenemos un acabado brillante de cristal con bordes curvos 2.5 que hace muy cómoda la experiencia táctil de la pantalla. 

 

Sostenerlo con una sola mano no representa ningún reto, pero es una realidad que se trata de un smartphone grande, sus medidas son de 7.6 cm de ancho, 15.2 cm de alto y 7.5 mm, por lo cual si te gustan los teléfonos grandes lo encontrarás atractivo. Un detalle de diseño que permite sujetarlo mejor son los acabados de la parte trasera en la parte de arriba y de abajo de la tapa. 

 

En el perímetro del teléfono tenemos un botón de encendido, controles de volumen, una bocina, micrófono, entrada de audífonos y una ranura para tarjetas nanoSIM y microSD, la cual estoy seguro que vas a necesitar porque el almacenamiento interno de este GX8 es una de sus desventajas. Aunque el teléfono cuenta con 16GB, el sistema operativo Android y la interfaz de usuario EMUI, de Huawei, ocupan el 50% de este espacio dejando disponibles para el usuario apenas 8GB, que como sabemos hoy en día se van como agua. 

 

Un excelente sensor de huellas digitales 

Los sensores de huellas digitales no son comunes en esta categoría de teléfonos, pero Huawei GX8 logró poner la vara alta para todos los gama media ya que su sensor realmente desbloquea la pantalla en menos de un segundo y además con mucha precisión sin importar la posición en la que sostengas el teléfono, algo que por ejemplo no pueden presumir los Galaxy S6 o S7. 

 

Además del desbloqueo de pantalla el sensor de huellas tiene otras funciones enfocadas en el funcionamiento del teléfono como tomar fotografías, responder una llamada o deslizar el centro de notificaciones. 

 

Experiencia multimedia 

La pantalla del teléfono mide 5.5 pulgadas y su resolución es Full HD, por lo cual se puede hacer todo lo relacionado con videos, juegos, fotografía y navegación en internet sin ningún inconveniente. Se obtiene un ángulo de visión óptimo desde diferentes perspectivas y aún bajo la luz intensa del sol no se pierde visibilidad del contenido, lástima que la bocina no esté a la par de la calidad de imagen y es que si bien no es mala, no es muy potente. 

 

Para procesar información simultáneamente con varias aplicaciones el teléfono cuenta con un Snapdragon 615 de 8 ocho núcleos y 2GB en RAM, una capacidad que ya me había tocado probar en otros teléfonos, como el Sony Xperia M4 Aqua, el Moto X Play y el Alcatel Idol 3. 

 

Extrañamente no quedé tan satisfecho como con los otros teléfonos y esto se lo atribuyo a la interfaz de usuario de Huawei, EMUI, que corre sobre Android Lollipop. Es un tanto más pesada que la de otras marcas, por lo cual llegué a experimentar un poco de lag en algunas acciones relativamente sencillas, como al escribir con el teclado nativo del teléfono. Si a esto sumamos el espacio de almacenamiento que ocupa con aplicaciones que nunca vamos a utilizar, queda claro por qué lo coloqué como uno de los puntos débiles del teléfono.

 

Un punto a su favor es el de la personalización de temas para cambiar la apariencia de los menús, algo muy atractivo para el mercado asiático y que en otros países no es tan bien recibido porque prefieren Android puro. 

 

Batería de batalla 

La batería de este GX8 es de 3,000 mAh y aquí sí quedé muy satisfecho con su rendimiento, me alcanzó prácticamente todos los días para trabajar y entretenerme desde que salía hasta que volvía a casa. Sólo en dos ocasiones tuve que utilizar el modo de ahorro de energía y en esas ocasiones se entendía perfectamente porque por trabajo tuve que utilizar por ratos muy largos la cámara del teléfono y aplicaciones demandantes como Facebook y Periscope. 

 

Cámara con calidad aceptable 

Al igual que con el G7 la conclusión con la cámara de este teléfono es que si no eres muy exigente con las fotos tomadas con celular no vas a tener frustración en ningún momento, porque bajo condiciones naturales de iluminación la cámara toma muy buenas fotos, sólo no intentes obtener obtener la captura perfecta de un objeto en movimiento o de noche porque entonces las cosas se complican un poco. 

 

Pensando en todas esas personas que aman tomar fotografías del desayuno, comida y cena, Huawei creó un modo de fotografía especial para la comida con el cual se realzan texturas y colores. Personalmente no soy fan de fotografiar comida, pero utilicé este modo en paisajes y los resultados también fueron satisfactorios, se aprecian como una versión light del HDR.

 

Este lente está cubierto con cristal zafiro así que aunque sobresalga un poco de la superficie de la cubierta trasera no corre riesgo de rayarse. 

 

La cámara frontal también vale la pena, y es que tiene toda la pinta de cámara asiática con un modo de belleza realmente marcado. La textura de la piel puede convertirse en porcelana, los ojos hacerse tan grandes como lo necesites, adelgazar la cara e incluso puedes aplicar efectos de maquillaje en tiempo real. No es algo que me imagine que muchas mujeres en México puedan utilizar en los niveles máximos del filtro, pero aplicados de forma moderada puede ahorrarte la corrección de selfies en otras aplicaciones. 

 

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