Juke es… diferente

Una de las mejores formas de definir la apariencia del Nissan Juke es “diferente”. Este SUV no se parece a nada que hayas visto. Tiene cejas, tiene hombros, ¿cuáles son los faros?

 

El diseño combina un hot hatch con un SUV, ¿y saben qué es lo más sorprendente? ¡Lo logra y con creces!

 

Juke modernizó recientemente su estética para adaptarse, ahora tiene luces de día en LED y juego de luces con lupa (aunque sin xenón). Entre las cosas que más me gustan está la forma en que parece estar más alto en la parte frontal y tener un “trasero” achaparrado. 

 

Además, ahora tiene un excelente nivel de personalización, pues a través de la plataforma Design Studio puedes añadir hasta 10 accesorios diferentes en cinco diversos colores y crear combinaciones tan atractivas como la del modelo que probamos.

 

Interior para chavos y chavorrucos (como yo)

Adentro es la misma historia. El Juke tiene interiores diferentes; el clúster, por ejemplo, está inspirado en el de una motocicleta.

 

También hay buenos materiales, como asientos de piel y plásticos que se sienten bien al tacto, además de una agradable combinación de acabados en color aluminio y en tipo piano. Juke cuenta con quemacocos de posiciones.

 

Lo único malo es que, a pesar de ser un SUV, el espacio atrás es muy reducido.

 

La tecnología también es diferente

Lo primero que resalta en este apartado es una pantalla táctil de 5.8 pulgadas que está al centro del tablero. En ésta, como ya hemos visto en otros modelos, se puede conectar el teléfono a través de Bluetooth, tiene mapas para la navegación a través de GPS y la función Nissan Connect, que da acceso a Twitter y Facebook, entre otras aplicaciones.

 

Para el sonido, Juke cuenta con ranura para discos compactos, puerto USB y entrada auxiliar de 5mm. El sonido no es espectacular, pero funciona para los traslados del día a día y en carretera sin mayor problema.

 

Sin embargo, lo que más me llamó la atención en cuanto a tecnología tiene que ver con una segunda pantalla. Cuando encendí el Juke por primera vez pensé que sólo era el control de aire acondicionado, pero no, esos controles también sirven para accionar el D-Mode. Se trata de un selector de modos de manejo que te permite ser tan agresivo o ahorrador como prefieras.

 

D-Mode tiene tres modos de manejo:

Normal: Con el que Juke se comporta de forma neutral y en la pantalla se ve la gráfica de torque que generas al acelerar.

 

Sport: Juke se convierte en un auto agresivo y dinámico. La dirección se endurece, la suspensión es más rígida y el acelerador más sensible. En la pantalla verás cómo se comporta el turbocargador.

 

Eco: El auto se configura para dar el consumo de combustible más eficiente, por lo que la aceleración es menor y la caja revoluciona menos el motor.

 

 

Diferente, para chavos (y chavorrucos) y ¡divertido!

Bajo el cofre, este auto tiene un pequeño motor de cuatro cilindros y 1.6 litros, pero no se confundan, eso no quiere decir que sea un vehículo aburrido, no, Juke es tan divertido como su exterior: este motor se apoya de un turbocargador para ofrecer 188 caballos de fuerza, lo que genera una buena cantidad de momentos agradables al pisar el acelerador.

Lo que no me gustó es la transmisión. Se trata de una caja CVT (Transmisión Continuamente Variable) que, por decirlo de alguna manera, es como si fuera de una sola velocidad. El objetivo es ofrecer una marcha más cómoda y eficiente, sin embargo, este tipo de cajas pueden llegar a ser aburridas. Lo sorprendente, una vez más, es que la configuración está muy bien hecha y manejar el Juke es divertido, además, uno de los aciertos está en que puedes hacer cambios (simulados) de forma manual, el desacierto reside en que se pueden hacer sólo con la palanca y no hay paletas de cambios en el volante, como en otros modelos de la marca con CVT, como Rogue.

 

 

Para conocer todos los detalles del Nissan Juke, checa nuestra reseña en video. 

 

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