- Diseño
- Peso
- Interfaz
- Autonomía
- La app falla y no puedes transferir los videos a tu smartphone
Entre Parentesis
El modelo de entrada de la familia Z de Nikon presenta una cámara con un diseño compacto, super ligera y que brinda grandes resultados, es ideal para aquellos que quieren comenzar en el mundo de la fotografía pero cuyas nociones aún son amateurs.
No soy un experto de la fotografía (ni pretendo serlo), sin embargo, algunas oportunidades no se pueden desperdiciar por lo que cuando me ofrecieron probar la nueva cámara mirrorless Nikon Z50 no pude decir que no y hoy te quiero contar mis primeras impresiones desde un punto de vista amateur.
Diseño
Lo primero de lo que te quiero hablar es acerca del aspecto del diseño, mismo que me pareció cómodo y bien logrado. Es una cámara pequeña, con un agarre que te permite manipularla durante varias horas sin cansarte excesivamente, además, da un look & feel moderno y juvenil, que se complementa con el elegante color negro que posee.
La cámara pesa poco más de 400g con el lente puesto, además, la pantalla es totalmente manipulable, lo que te permite colocarla en diferentes posiciones, característica especialmente útil si eres creador de contenido o te gusta bloguear, ya que te permite encuadrar de mejor manera y ver que todos los elementos de la escena estén en su lugar.
La montura para colocar los lentes es fácil de usar, aunque nunca hayas ocupado una cámara de este tipo, puedes entender su funcionamiento, tanto para colocarlos (girando suavemente el lente), como al momento de quitarlos (haciendo uso de un pequeño botón que se encuentra en el frente de la cámara).
En la parte superior tenemos la zapata que te permite colocar un flash o un micrófono, dependiendo del uso que le vayas a dar. Un aspecto a considerar es que la cámara no viene con entrada para audífonos, por lo que no vas a poder monitorear el audio de lo que sea que estés grabando.
Pantalla
Una de las características que más me gustaron de la cámara fue la pantalla, misma que es LCD de 3.2 pulgadas, totalmente táctil.
La pantalla te permite configurar toda la cámara; desde aspectos técnicos de la fotografía, hasta configuraciones de conectividad. En la parte principal podrás visualizar la información de los valores (ISO, enfoque, apertura, etc), además de que en los laterales tiene 3 botones táctiles: zoom, zoom out/información y disp.
Otro aspecto interesante de la pantalla es que al ser manipulable, te permite visualizar de mejor manera el encuadre en caso de que tengas la cámara frente a ti, y en caso de que veas que la toma está fuera de foco, podrás corregir rápidamente con tan sólo tocar el punto que deseas enfocar.
Interfaz y App
La interfaz me pareció sencilla de ocupar, puedes manipularla con el joystick o con la pantalla táctil; los menús son simples, y te permiten encontrar rápidamente lo que estás buscando, ya sea una configuración, un balance, etc.
Además, hay un apartado que te permite editar, de manera muy sencilla, el contenido que tomes con la cámara, situación muy útil en caso de que quieras tener tus fotos y vídeos rápidamente.
Por otra parte, la app Snap Bridge te permite transferir toda la información de la cámara a tu smartphone mediante la conectividad Bluetooth y Wi-Fi; en líneas generales funciona bien, incluso te permite usar tu smartphone como control remoto, sin embargo, tiene un fallo que no te permite transferir los vídeos, incluso aquellos que son muy cortos, por lo que la experiencia no fue redonda en este aspecto. Confío que la marca corregirá el bug a través de alguna actualización.
Experiencia de Uso
Entrando de lleno a la experiencia de uso, y para ser la primera vez que uso una cámara de estas características, se me hizo fácil entender cómo funcionaba la misma, tanto la interfaz, la perilla con los diferentes modos de captura, y el uso de los lentes, me parece que los pude entender rápidamente.
Al momento de tomar fotos, puedes hacer uso del enfoque manual o el enfoque automático con tan solo oprimir la pantalla, justo como estamos acostumbrados en los teléfonos.
Eso sí, noté que no sabía aprovechar al máximo el sensor y en más de una ocasión terminaba quemando las tomas, debido a que no dominaba la técnica para que la luz no saturara la imagen.
Acá te dejo algunos resultados.
Autonomía
La batería de la cámara es de 1120mAh, de ion de litio, misma que me brindó una autonomía aproximada de 4 horas con un uso moderado y, para el uso que le di, me pareció una bastante aceptable, además de que no tarda mucho tiempo en cargarse, por lo que en caso de que te quedes sin pila, bastará con que la conecte poco más de una hora para que puedas volver a disfrutarla.
Conclusiones
En resumen, la Nikon Z50 es una cámara muy completa, con un diseño cómodo, una interfaz sencilla de entender y resultados de alta calidad, por lo que es una cámara que tanto expertos como aficionados a la fotografía, (como es mi caso), vamos a poder disfrutar sin necesidad de quebrarnos mucho la cabeza.