La guerra comercial entre Estados Unidos y China impacatan a una nueva empresa de tecnología. Esta semana Sony advirtió que en caso que el conflicto siga escalando, su consola PlayStation podría incrementar su costo.
Sí, Sony es una empresa con oficinas centrales en Japón, sin embargo, manufactura la mayor parte de sus consolas en China. Y Estados Unidos anunció, en mayo, un incremento de aranceles sobre los productos procedentes de dicha nación.
El director financiero de la japonesa, Hiroki Totoki, declaró que se le ha manifestado al gobierno estadounidense que aranceles más altos, en última instancia, dañarían la economía del país gobernado por el propio Donald Trump.
Agregó que Sony no ha decidido todavía cómo manejaría la implementación de tarifas adicionales, sin embargo, enfatizó que los consumidores podría compartir parte del costo.
No está claro si las tarifas sobre las que advirtió Totoki sólo aplicarían para consolas o se extenderían también para videojuegos y accesorios producidos en China.
Sony comunicó que su PlayStation 4 es la consola que alcanzó más rápido los 100 millones de unidades (en su último trimestre fiscal, que finalizó el pasado 30 de junio, despachó 3.2 millones de piezas).
