El mayor problema de Apple para iniciar la producción en masa del iPhone 8, que tendría una pantalla OLED de 5.8 pulgadas sin biseles, yace en integrar Touch ID precisamente bajo el display, según una nota del analista Timothy Arcuri, de la firma Cowen and Company.
Si la compañía californiana no encuentra una solución, Arcuri pronostica tres escenarios. El primero: Apple no integraría Touch ID en el iPhone de 5.8 pulgadas, y confiaría solamente en el reconocimiento facial y de iris.
Sin embargo, el analista considera que es un poco probable, pues estos métodos no son lo suficientemente seguros y crearían problemas con Apple Pay.
El segundo escenario es la incorporación de Touch ID en la parte posterior del teléfono, pero en una posición distinta al sensor de huellas del Galaxy S8. Arcuri cree que ésta sería una solución poco amigable para el usuario.
Finalmente, el tercer escenario es que se retrasaría la producción del iPhone de 5.8 pulgadas, pero ello no impediría el anuncio del equipo en septiembre, junto con los modelos de 4.7 y 5.5 pulgadas.
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Diversos reportes apuntan a que la compañía californiana sacará tres ediciones de iPhone este 2017, año en el que se celebran los 10 años de que este emblemático teléfono vio la luz.
Además de la pantalla sin biseles, se espera que el iPhone 8 presente carga inalámbrica, más batería y una rediseñada cámara frontal, entre otras especificaciones.
Cuando salga al mercado, el celular de la marca de la manzana encontrará como principales oponente a dos teléfonos que están siendo bien recibidos: Samsung Galaxy S8 y LG G6.
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