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Usuarios que buscan popularidad en redes sociales son presa fácil para la trata de personas


Adolescentes y niños comprometen su seguridad al agregar a desconocidos y buscar la popularidad a través de likes, followers y falsas oportunidades de trabajo.

por: Carlos Peña Carlos Peña

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En una era donde lo privado cada vez se parece menos a lo que conocíamos antes, las redes sociales juegan un papel crucial en el crecimiento de problemáticas de tipo social. Un claro ejemplo es el de la trata de personas, que se ha convertido en una de las enfermedades más graves de nuestra sociedad en todo el planeta, y lo más alarmante es que día con día se van refinando sus tácticas para enganchar a gente con la ayuda de las redes sociales. México no está exento de este problema y las principales víctimas son niños y adolescentes.

 

Aunque podría sonar extremista, El Universal dio a conocer que recientes investigaciones de 2012 a la fecha revelaron que el peligro está a un like, follower o fotografía publicada de distancia. Lamentablemente existe una turbia relación entre el número de seguidores, likes y comentarios que recibe una persona en sus redes sociales con su nivel de autoestima y esto le ha facilitado el camino a aquellos que se dedican a comercializar con seres humanos para explotación sexual o laboral.

 

De acuerdo con el artículo publicado por El Universal esta mañana, 274 de las víctimas atendidas desde 2012 a la fecha están conformadas en un 31.7% por menores de 18 años que fueron contactados por redes sociales. Nelly Montealegre Díaz, titular de la Fiscalia Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas de la Procuraduría General de la República (PGR), dijo en entrevista que las redes sociales son el método preferido para reclutar víctimas por la facilidad con la que se les puede engañar prometiéndoles trabajo (generalmente como modelos) y relaciones sentimentales con estabilidad económica.

 

El siguiente mapa muestra los estados en los que este problema es más común. A la cabeza se encuentra el DF con un 19.6% de los casos, seguido por Puebla y Tlaxcala, aunque Oaxaca y Guanajuato destacan por funcionar como puntos de entrenamiento para jóvenes.

 

 

¿Cómo han afectado las redes sociales?

Como muchas veces se ha dicho, las redes sociales no son más que una vía que toma el rumbo que nosotros le demos como usuarios. Es decir que éstas pueden ser tan peligrosas como nosotros lo permitamos, y es ahí donde radica el verdadero riesgo. Situaciones que le abren las puertas a los criminales son el agregar de forma desmedida a desconocidos para obtener más likes en fotos y hacer pública información personal sobre los lugares que frecuentas, tu escuela, tu familia o tu trabajo. Uno nunca sabe quién se encuentra detrás de un “amigo” en Facebook y éste es el escudo perfecto de los que integran esta red de trata de personas que se aprovechan de la poca comunicación familiar y baja autoestima de algunas adolescentes.

 

Las fotos muchas veces dicen más de lo que pensamos. Para ellos es fácil darse cuenta a quiénes les interesa más el reconocimiento y los halagos para poder aprovecharse de eso y prometerles trabajos como modelos de lencería o en televisión. Les piden un par de fotografías o videos y ya que las tienen enganchadas roban la contraseña de sus redes sociales y las amenazan pidiéndoles cosas cada vez más comprometedoras a cambio de su silencio y de no enviar esas fotos a todos sus contactos incluidos amigos y familia. Por temor, las víctimas suelen acceder complaciendo las demandas de los criminales sin saber cuál será el uso que se le dará a ese contenido, y en el peor de los casos, terminan secuestradas y esclavizadas. De hecho en un 10% de los casos terminan siendo enviadas al extranjero (principalmente a Estados Unidos).

 

En pocas palabras, gracias al contenido que voluntariamente la gente comparte en sus redes sociales, es posible estudiarla. Esto es equivalente no sólo a abrirle la puerta de tu casa a un extraño, sino dejarlo entrar a las habitaciones de los niños y sin tener que preocuparse por los padres, pues en la mayoría de los casos son completamente ajenos al uso que le dan sus hijos al Internet.

 

¿Un problema exclusivo de mujeres?

Aunque también los hombres llegan a recibir ofertas de modelaje, para los varones se han aplicado tácticas distintas como la promesa de llevarlos a Sinaloa a trabajar como sicarios. Afortunadamente las autoridades lograron interceptar a un grupo de adolescentes de 14 y 15 años en Guadalajara para regresarlos a sus casas en el Estado de México. Y es que después de ganarse la confianza de las personas, les toma en promedio dos semanas lograr que ellos hagan lo que les pidan.

Este no es un problema de sexos, es un problema de comunicación, educación y cultura en la que los padres juegan el papel más importante . 

 

Con información e imágenes de El Universal

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