La guerra de tabletas se convirtió en más que una moda, sobretodo para los fabricantes.
Todos quieren superar a la competencia y ser reconocidos como uno de los mejores fabricantes de dispositivos portátiles en el mundo, pero la disputa por este puesto en verdad que cuesta, Microsoft lo sabe muy bien.
La compañía está pasando por una situación crítica gracias a sus notables y costos retrasos de novedades en el ámbito de las tablets. No se sabe si fue una falta de interés en un principio o exceso de confianza, pero factores como el extremadamente tardío lanzamiento del Windows 8 ( el sistema de Microsoft especialmente diseñado para tabletas) podría costarle la poco más de mil millones de dólares, una cantidad sumamente considerable.
Esperemos que este terrible obstáculo financiero no repercuta demasiado en una empresa tan importante a nivel mundial como Microsoft.