La Indycar se une a la era híbrida y tal cual la Fórmula 1 hizo en 2014, ahora el serial estadounidense tendrá autos impulsados por este tipo de motores en 2024. Por ello Honda que es uno de los dos fabricantes de motores de esta categoría, preparó una Honda CR-V de carreras que les servirá como laboratorio de pruebas para dicha nueva unidad de potencia.
Como base usaron una CR-V a la que modificaron toda la parte inferior y de la que solo se conservó la forma de la carrocería y parabrisas, el resto fue altamente modificado tanto para poder acomodar todo un kit aerodinámico funcional que le permita generar más carga, así como darle la ventilación suficiente al motor que la impulsa.
Este nuevo motor se trata de un V6 turbo de 2.2 litros que será compatible con combustibles sintéticos y que hasta ahora Honda dice que ya puede desarrollar 800 hp de forma combinada. El sistema eléctrico se compone de un motor Empel y un supercapacitor Skeleton. Honda dice que para cuando este motor debute en 2024 podría generar cerca de 900 hp.
Las modificaciones llegan al nivel de contar con un esquema de suspensión delantero derribado del Acura NSX GT-3 de carreras y una suspensión trasera del auto de Indycar actual. Los frenos carboncerámicos también se heredan de los NSX de competencia.
Durante el arranque de la temporada 2023 de la Indycar, este auto también dará unas vueltas de demostración, además a lo largo del año hará lo mismo en al menos otros 7 eventos.
