Hace algún tiempo fue muy sonada la noticia sobre una actriz de películas para adultos que fue diagnosticada con SIDA. Tras esa impactante noticia, muchos actores del medio se realizaron un examen de VIH para saber si habían sido contagiados o no. Tiempo después, en el 2012 se aprobó la Medida B, la cual impone estrictamente el uso de preservativos en todos los conjuntos y estudios fílmicos de pornografía en la ciudad de Los Ángeles.
Sin embargo, la compañía Falcon Studios está tratando de regresar “un poco en el tiempo”, antes de que se aprobara dicha medida. En su más reciente comunicado, el estudio filmó todas sus escenas con la debida protección para sus actores, pero se las arregló para eliminar digitalmente los profilácticos en la post-producción.
El director Tony DiMarco dijo en el blog de Falcon Estudio (donde incluye contenido gráfico) que la película tiene la intención de aprovechar la fantasía de los años 70´s y 80´s, sin desapegarse del acuerdo de ley que exige tener “sexo seguro” entre actores.
“Con esta película realmente quería capturar la esencia de ese momento, cuando la vida era más despreocupada y espontánea", dijo DiMarco. "De acuerdo con este concepto, sentí que los condones estaban de sobra”. La decisión de adoptar esta técnica parece encontrar un término medio entre la Medida B y la creencia de la industria del porno de que las escenas sin condones son una mejor venta para los consumidores.
Por otro lado, mientras Falcon Studios parece comprometido con su nuevo estilo de rodaje, no está claro si va a hacerse popular. La compañía no deja claro lo caro que es eliminar minuciosamente los preservativos durante las escenas de sexo. De hecho, en medio de la creciente piratería derivada de la Medida B, muchos estudios se han trasladado a Las Vegas, donde el cine es más barato y las regulaciones son más laxas.