En 2018, las compañías tecnológicas reportaron un total de 45 millones de fotos y videos en línea relacionados con abuso sexual infantil, cifra que alarmantemente duplica la registrada el año antepasado, de acuerdo con una investigación de The New York Times.
El diario apunta que, al igual que con el discurso de odio y la propaganda terrorista, diversas empresas no lograron vigilar adecuadamente las imágenes de abuso sexual, o no cooperaron lo suficientemente con las autoridades cuando encontraron este tipo de contenido.
Debido a la magnitud del problema, el National Center for Missing and Exploited Children sugirió que los avances futuros en aprendizaje automático podrían ser la única forma de ponerse a la par de los criminales.
“En una tendencia particularmente inquietante, grupos en línea se están dedicando a compartir imágenes de niños más pequeños y formas más extremas de abuso. Los grupos usan tecnologías de encriptación y la web profunda para enseñar a los pedófilos cómo llevar a cabo crímenes y cómo grabar y compartir imágenes de abuso internacionalmente”, reporta el rotativo neoyorquino.
Según Susan Hennessey, exabogada en la National Security Agency, las personas que trafican con material de explotación infantil están a la vanguardia de la tecnología.
La investigación de The New York Times es extensa, y llama la atención cómo se han multiplicado las imágenes de abuso sexual infantil debido al uso de las nuevas plataformas digitales.
