El primer producto de Neuralink, llamado Telepathy, está diseñado para ayudar a personas paralíticas a controlar dispositivos externos utilizando solo sus pensamientos.
El segundo producto, Blindsight, promete proporcionar visión artificial a personas ciegas.
En enero, Noland Arbaugh se convirtió en la primera persona en recibir el implante de Neuralink. Arbaugh, paralizado de hombros hacia abajo desde que sufrió un accidente de natación en 2016, pudo usar un cursor con solo pensarlo, lo que le permitió jugar videojuegos y enviar correos electrónicos. Sin embargo, unas semanas después de la operación, el implante comenzó a funcionar mal debido a que varios hilos se desprendieron del cerebro, lo que disminuyó el número de electrodos efectivos. Neuralink ajustó su algoritmo de registro neuronal lo que mejoroó la traducción de señales neuronales en movimientos del cursor.
Para evitar un problema similar, Neuralink ha realizado cambios significativos en el procedimiento quirúrgico y en la colocación del dispositivo. Según Matthew MacDougall, jefe de neurocirugía de Neuralink, se ha modificado la profundidad de inserción de los hilos y se ha reducido el hueco bajo el implante para minimizar el riesgo de desprendimiento.
El nuevo implante contará con 128 hilos, cada uno con ocho electrodos, lo que podría duplicar el ancho de banda si se coloca con precisión.
Esta tecnología de Neuralink promete revolucionar la forma en que las personas interactúan con las máquinas, ofreciendo nuevas esperanzas para quienes sufren de discapacidades severas.
Cada avance nos acerca más a un futuro donde la tecnología y la biología trabajan de la mano para mejorar la vida humana.
El próximo implante será clave para determinar qué tan viables son estas innovaciones a largo plazo.