Desde algún tiempo para acá se viene anunciando la irrupción del Internet de las cosas. Sin que esto suceda de una manera dramática, no hay duda que poco a poco los diferentes aparatos están siendo incorporados a la Red: desde refrigeradores e impresoras en 3D y 4D, a automóviles y drones que empiezan a tener conexiones a internet. La tendencia implica obviamente que todos los aparatos que usamos van a estar –si lo permitimos– enviando y recibiendo datos de internet, lo que nos mantendrá como estaciones de Wi-Fi ambulantes y ubicuas.
Bruce Schneier, experto en tecnologías de la seguridad, nota que en términos prácticos estamos construyendo un "robot del tamaño del mundo", a lo que llama astuta y distópicamente WSW: World-Sized Web (algo así como una web del tamaño del mundo). Viniendo esto de una persona que se dedica a investigar la privacidad en línea y la minería de datos, el asunto parece sacado de una novela de Philip K. Dick: sin darse cuenta, un día, la humanidad descubrió que estaba habitando dentro de un robot del tamaño de un planeta.
A la par del Internet de las cosas, los avances en la inteligencia artificial harán que nuestros aparatos cada vez sean más autónomos. Esto implica que recolectarán datos y la utilizarán para hacer recomendaciones o incluso tomar decisiones sobre lo que queremos. "A grandes rasgos, el WSW será un robot benigno. Recolectará datos de cosas que nos interesan y hará cosas para nuestro beneficio; por eso la estamos construyendo. Pero también cambiará nuestra sociedad de formas que no podemos predecir, algunas buenas y otras malas. Traerá máximas ganancias o para las personas que controlan los componentes. Habilitará gobiernos totalitarios. Empoderará a criminales y hackers de formas muy distintas. Hará que el balance de poderes y clases se modifique”, dice Schneier.
Schneier cree que en términos generales los cambios que ocurrirán a partir de la penetración del Internet de las cosas más la tecnología autónoma son mayormente impredecibles. Esto se acentúa debido a que cree que la Web del Tamaño del Mundo se comportará como un organismo y no tendrá una sola mente. De cualquier manera, esto sugiere la necesidad de instituciones que regulen el crecimiento y que estudien las posibles alteraciones que produzca. La tecnología suele adoptarse más rápido que nuestra capacidad de entender los efectos que produce. Schneier cree que es buen momento para practicar un "escepticismo sano" . Decía Marshall McLuhan que “todos somos robots cuando nos involucramos acríticamente con nuestras tecnologías”.