Travis Kalanick renunció a su cargo como consejero delegado de Uber, el servicio de transporte privado que fundó en 2009. De acuerdo con información de The New York Times, su salida se debe a presiones de algunos inversionistas de la compañía.
Las fuentes del rotativo, que pidieron permanecer en el anonimato, indicaron que cinco de los principales inversionistas de Uber, incluyendo la firma Benchmark, uno de los mayores accionistas, pidieron la renuncia inmediata de Kalanick.
Los inversionistas le habrían enviado una carta, mientras se encontraba en Chicago, titulada "Moving Uber Forward", en la cual le explicaban que debía renunciar inmediatamente y que la compañía requería un cambio de liderazgo.
Kalanick habría consultado la decisión con al menos un miembro de la junta directiva y, después de largas discusiones con los inversionistas, accedido a hacerse a un lado. No obstante, se dice que permanecerá en la mesa directiva.
"Amo a Uber más que nada en el mundo y en este momento tan difícil de mi vida, he aceptado la petición de los inversionistas de hacerme a un lado para que Uber pueda regresar a construir en lugar de distraerse con otra pelea", dijo Kalanick en un comunicado.
Por su parte, la mesa directiva informó que Kalanick siempre puso a la compañía primero y que su renuncia dará a ésta espacio para asimilar este nuevo capítulo en su historia.
El movimiento termina meses de cuestionamientos sobre el liderazgo de la empresa, que este año ha estado envuelta en escándalos en torno a su cultura laboral, que incluyen casos de acoso sexual y discriminación.
Nota relacionada: Travis Kalanick toma licencia indefinida de Uber