Últimamente se habla mucho de criptomonedas, en especial de bitcoin, que es la más conocida y utilizada. Bitcoin es una moneda virtual, es decir, no existe físicamente como los billetes o monedas que usas en el día a día, ni siquiera a través de una tarjeta, sino únicamente en el entorno digital.
Bitcoin, como moneda digital, se puede usar para adquirir diversos productos o servicios, pues cada vez más negocios y establecimientos, tanto del mundo físico como del virtual, la aceptan como forma de pago.
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La diferencia entre las criptomonedas y las divisas tradicionales, como el dólar o el peso, es que las monedas digitales no dependen de un banco central ni de alguna autoridad financiera, y tampoco son exclusivas de alguna región o país, sino que se pueden usar en todo el mundo, bajo el valor correspondiente a la moneda de uso.
Origen de bitcoin
Esta criptomoneda surgió a finales de 2008, cuando un usuario con el seudónimo Satoshi Nakamoto, de quien realmente no se conoce su identidad, envió un artículo a expertos en criptografía y código digital. En su texto describía las características de bitcoin y explicaba cómo se podría implementar una moneda digital peer-to-peer, es decir, que permite las transacciones sin necesidad de intermediarios, sino sólo directamente entre quien envía y quien recibe los bitcoin.
Además de la descripción, este usuario envió un código con el que se podía realizar el llamado “minado” de esta moneda virtual, es decir, el proceso para validar y llevar a cabo las transacciones.
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Para ello, proponía utilizar una especie de libro de contabilidad digital descentralizado, para realizar transacciones empaquetadas en lotes (llamados "bloques") y aseguradas por algoritmos criptográficos, que es a lo que ahora se conoce como blokchain.
Más tarde, en enero de 2009, Nakamoto extrajo el primer bloque de la red bitcoin, conocido como el bloque génesis, con lo que lanzó la primera criptomoneda del mundo. La idea de tener una moneda segura y al margen del control de los bancos fue bien recibida, por lo que cada vez más personas la adoptaron para hacer transacciones.
Aunque el usuario conocido como Nakamoto –que no se sabe si es una sola persona o un grupo de varias– fue el creador original de bitcoin, con el paso del tiempo y conforme el uso de la criptomoneda crece y se populariza, cientos de personas han contribuido a mejorar el software, al crear parches para las vulnerabilidades y agregar nuevas características.
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Funcionamiento de bitcoin
Aunque no existe físicamente como el dinero convencional, bitcoin funciona de la misma manera que cualquier moneda fiduciaria, como el peso, el dólar, el euro y cualquiera de las divisas usadas en el mundo.
Además, se trata de una moneda descentralizada, que no depende de una institución bancaria, por lo que no requiere del respaldo de un banco central; en cambio, ese respaldo está dado por la misma comunidad de usuarios, a través del protocolo de consenso conocido como “Prueba de trabajo”.
Para realizar este protocolo, se le pide al usuario realizar una tarea, que suele consistir en la solución de complejas operaciones de cómputo, cuyo resultado luego es verificado por la red. Y una vez que los resultados de dichas tareas son aprobados, se da acceso al usuario para que use los recursos de la red. Con esto se busca impedir que usuarios maliciosos consuman todos los recursos de forma incontrolada.
Un ejemplo muy sencillo para comprender este protocolo son los captcha que debes resolver en diversos sitios web para comprobar que no eres un robot y, sólo si lo resuelves, tienes acceso al servicio; de forma similar operan las pruebas de trabajo en el mundo de las criptomonedas, pero con problemas altamente complicados de resolver.
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Por otro lado, bitcoin nace y vive en la blockchain (cadena de bloques), que consiste en una base de datos pública, transparente, segura, y que está en manos de todos los usuarios que la quieren emplear para intercambiar información, bienes o servicios.
Blockchain es como un libro de contabilidad abierto a todos los usuarios de bitcoin, en el que se registran y aprueban todas las transacciones realizadas con esta divisa. Así, no se puede falsificar una transacción, ya que todas las copias existentes del libro deben ser iguales.
Esto se logra con la mencionada prueba de trabajo, pues es el mecanismo de consenso que utilizan los usuarios que minan bitcoin para validar las transacciones. Se presenta un cálculo matemático que debe ser resuelto, y el primer usuario que lo logre obtiene la recompensa en bitcoin, siempre y cuando su resultado sea avalado por toda la comunidad; una vez que esto sucede, la transacción se añade a los bloques del blockchain.
