Detener la propagación de COVID-19 antes de que haya una vacuna significa evitar que las personas enfermas la propaguen.
El rastreo de contactos es una práctica antigua y conocida por las instituciones de salud pública antivirus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) generalmente se hace a mano.
De acuerdo con el Subsecretario de prevención y promoción de la Salud Hugo López Gatell, este conteo nos da un total de contagios y es importante en la primera fase de contagios.
El rastreo de contactos consiste en que un entrevistador habla con la persona enferma, ubica sus movimientos e interacciones, y luego llaman a las personas con las que han interactuado.
Sinembargo cuando el contagio se eleva a comunidades completas ya no es funcional el rastreo, pues las medidas de contención son otras. En la fase 2 y 3 el rastreo de contactos continua pero no es una medida práctica porque el contagio es masivo, el virus está en el aire y múltiples superficies de contacto.
El rastreo digital de contactos reemplaza esas entrevistas con tecnología. Por ejemplo, en Corea del Sur y China, ha sido una forma efectiva de reducir las infecciones.
Pero, los enfoques exitosos utilizados en otros lugares dependen del nivel de confianza en la autoridad y de la renuncia a la privacidad, que puede no ser aceptable en todos los países.
¿Cómo funciona el rastreo electrónico de contactos?
Por si no lo sabías tu operador de telefonía móvil puede rastrear tu ubicación en todo momento, analizando las conexiones de la torre celular. Aquí unos ejemplos de cómo funciona en otros países.
En Corea del Sur, cuando alguien es diagnosticado con COVID-19, esos golpes de torre se comparten con los gobiernos locales.
En Taiwán, las autoridades controlan los teléfono de forma remota de cualquier persona que ya se encuentre bajo cuarentena domiciliaria, y la policía recibe una alerta si el teléfono está apagado por más de 15 minutos.
La aplicación HaMagen en Israel verifica el historial de GPS del teléfono contra una base de datos del gobierno central de coordenadas GPS anónimas, que el ministerio de salud construyó utilizando métodos de rastreo de contactos más tradicionales. Si alguien se ha cruzado con personas infectadas, lo alerta, pero no alerta directamente a las autoridades, aunque podría hacerlo.
Las aplicaciones de rastreo de contactos basadas en Bluetooth, como TraceTogether de Singapur, almacenan un registro de datos que el gobierno extrae y utiliza si un usuario es diagnosticado con coronavirus, para descubrir con quién se encuentra.
Lo que hace una aplicación Bluetooth con nuestros datos depende del desarrollador de la aplicación individual.
¿En qué casos el rastreo de contactos no funciona?
El rastreo de contactos requiere saber quién está enfermo. Si no es obligatorio usar una aplicación, las personas pueden hacerlo o no.
Si se basa en una aplicación, las personas necesitan dispositivos que ejecuten la aplicación. Y no todas las personas tiene un teléfono inteligente.
Ahora, sí Apple y Google no pueden compartir datos, tenemos otro problema: la división de la cantidad de personas que usan Android o iOS.
Para que el rastreo de contactos funcione todos tendríamos que usar alguna aplicación, por lo cual el rastreo de contactos efectivo puede ser mucho más invasivo de lo que la mayoría de las personas están dispuestos a aceptar.
NO DEJES DE LEER: Inspírate con lo que hizo Ant-Man durante 2 años encerrado bajo arresto domiciliario
Así que tendremos que esperar más información de cómo y para qué quieren rastrear contactos.
