Netflix, el servicio de consumo de películas, series de televisión y otros contenidos de entretenimiento por internet, ahora ofrecerá streaming de video en calidad 4K, como se reveló hace unos días. Sin embargo, es posible que muchos usuarios no puedan disfrutar de estos contenidos en ultra alta definición, que es la más alta calidad existente.
Netflix confirmó a través de varios canales de noticias que la transmisión 4K ya está disponible para un selecto número de programas, incluyendo la segunda temporada de “House of Cards” y algunos documentarles. Sin embargo, el acceso inicial al servicio es limitado, dado que existe un gran número de televisores que no pueden transmitir los nuevos contenidos de alta calidad. Incluso la mayoría de los televisores 4K adquiridos durante el 2013 no tienen el decodificador necesario (H.265/HEVC) para transmitir el nuevo servicio ultra-HD de Netflix.
El director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, explicó que una velocidad de 15,6Mbps –o mayor– será necesaria para transmitir su contenido 4K. Esto pone sobre la mesa problemas adicionales para los primeros usuarios de este servicio (que son del Reino Unido), cuya velocidad de descarga se encuentra por debajo de este umbral, en la mayoría de los casos.
"Las velocidades promedio de banda ancha en el Reino Unido son de 7.6 megabits por segundo. Los usuarios deberían tener por lo menos el doble de esa velocidad para ver 4K en streaming de manera fluida”, dijo a la BBC, el pasado noviembre. Por su parte, el analista de banda ancha de la agencia IHS, Richard Broughton, expresó: "En la actualidad sólo el 15% o el 20% de los hogares tiene las velocidades necesarias".
A pesar de la creciente demanda de contenido en 4K, algunos analistas aún tienen sus reservas acerca de si el ojo humano es realmente capaz de ver la diferencia entre HD y UltraHD. El ojo tiene una resolución finita, dice Geoffrey Morrison, ex editor en jefe de la revista Home Entertainment, por lo que en la mayoría de los casos las resoluciones tan extremas son innecesarias.
Más allá de la casa, por ejemplo, en salas de cine el uso de 4K y resoluciones superiores sigue siendo una buena inversión para muchos, según señala Sony en un informe: “El 4K hace una diferencia visible en pantallas tanto grandes, como pequeñas ... una proyección de 4K es escalable, es decir se puede convertir el 4K a 2K, HD y otros contenidos digitales", detalla el documento.
Aunado a todo esto, los televisores 4K no son accesibles para todo el público y no todas las computadoras o monitores están hechos para soportar ese contenido, así que si Netflix pretende encontrar éxito en sus transmisiones en 4K deberá esperar a que la mayoría de los usuarios tenga un dispositivo en dónde ver ese contenido.
