El dinero es uno de los temas de queja más frecuentes entre las personas y algo de lo que nadie está completamente exento, porque puede que estés muy bien económicamente el día de hoy, pero si tu educación financiera es mínima o no te preparas al tener en cuenta el mediano y largo plazo, puede que en algún punto de tu vida también pases por ese tipo de necesidades.
Mucha gente cree que la mayoría de sus problemas podrían arreglarse si tuvieran más dinero o si sus ingresos fueran mejores, pero la realidad es que en muchas ocasiones los problemas son mucho más profundos, por lo que una mejora en la cuenta bancaria no es lo único que se necesita para solventarlos. Hay que ir un poco más allá.
Probablemente te has topado con personas cuyo tema de conversación favorito es la falta que les hace el dinero, muchas veces, incluso a pesar de tener un ingreso superior al promedio de las personas y no tener gastos fijos de tipo especial, como hijos o el pago de renta. Y también están las personas que aman hablar acerca de “lo mala que está la economía para ellas”, pero son quienes no dejan de gastar en restaurantes y fiestas casi todos los días de la semana.
El problema en sí no es siempre el dinero que se percibe, sino la forma en que se administra. Por supuesto que hay momentos en que los ingresos no son suficientes para cubrir las necesidades básicas, pero no es siempre.
Ahora, ¿cómo puedes saber si eres un buen administrador con malos ingresos o tienes ingresos suficientes pero tu administración es la que fallan? Las siguientes señales te podrán ayudar a descubrirlo:
- No sabes “en qué” se te va el dinero, lo que sí sabes es que apenas lo recibes se esfuma como agua entre los dedos.
- A pesar de haber tenido diferentes salarios, ninguno logra compensar tus gastos
- No sabes a qué cantidad ascienden tus gastos al mes, porque no cuentas con un presupuesto por el cual te rijas.
- Te quejas constantemente por la falta de dinero, pero incluso cuando recibes bonos o ingresos inesperados continúas apretado económicamente.
- Tienes muchas deudas, e incluso muchas de ellas atrasadas
- Crees que el dinero (o la falta de este) es la razón de todos tus problemas, y que si tuvieras más, ya no tendrías que preocuparte por nada.
Si has dicho que sí a dos o más de las afirmaciones anteriores, lo más probable es que requieras mejorar tus habilidades de administración para poder ver un avance positivo en tus problemas económicos, pero, ¿cómo hacerlo?
1. Hazte consciente
Elabora una lista de gastos mensuales, inclúyelos todos para que puedas saber cuál es el mínimo que deberías ganar para tener tus necesidades cubiertas.
Divide este listado de gastos mensuales en 4 categorías: gastos fijos obligatorios, gastos fijos necesarios, gastos periódicos obligatorios y gastos periódicos necesarios.
Así podrás tener una idea de tus gastos en promedio ya que estamos conscientes de que no siempre se gasta lo mismo. Sin embargo, el primer paso es tener un aproximado para que este monto no te tome con la guardia baja y puedas administrar tu dinero correctamente tomando en cuenta tus responsabilidades.
Si al hacer tu listado te das cuenta de que los gastos que tienes son menores que tus ingresos, tu situación será más sencilla de resolver con los pensamientos, actitud, disciplina y disposición correctas. En caso de que al hacer el presupuesto te fijes que los gastos superan el dinero que ganas, es momento de poner manos a la obra para poder hacer un cambio que te ayude a diversificar tus ingresos.
Por ejemplo, puedes recurrir a sitios como Gananci, donde encontrarás ideas para ganar dinero extra por Internet al aprovechar tu tiempo libre y explotar tus talentos (puedes ganar dinero por ejemplo con las fotos que tomas, los videos que grabas y editas, los textos que escribes, etcétera).
Y otra gran opción es establecer tu propio negocio en los tiempos que tengas libres. Si no sabes qué podrías hacer, mira estas ideas de pequeños negocios rentables que puedes comenzar desde casa.
2. Vigila los gastos que haces
Probablemente dentro de tu listado de gastos mensuales no colocaste la parada que haces todos los días antes del trabajo por tu café favorito. Aunque no lo creas, este tipo de gastos pequeños y de los cuales no estás llevando la cuenta pueden ser tu perdición.
Toma en cuenta que una gotera puede acabar por inundar una habitación, así que cada vez que vayas a gastar dinero en algo asegúrate de que esté dentro de tu presupuesto, así no descuidarás necesidades más importantes por gastos que no tienes contemplados.
3. Cuida la impulsividad
Muchos de los gastos que más te afectan son los impulsivos, esos que te provocan en el momento y si tienes el dinero a la mano lo gastas, sin importar que eso resulte en un problema que debas resolver a la vuelta de la esquina.
Una de las bases de la buena administración es la jerarquización y el respeto a las prioridades. Esto requiere de disciplina de tu parte, para que puedas ver los resultados. Si eres demasiado impulsivo con los gastos y te cuesta mantenerlos a raya hay algunas medidas que puedes tomar para evitar “caer en la tentación”:
- Destina un porcentaje o un monto específico de tu sueldo para “gustos varios” y respétalo.
- Guarda tus tarjetas de crédito en casa, en un lugar seguro en vez de salir con ellas.
- No lleves contigo efectivo de más cuando debas salir de casa.
- Aprende a decirte que no a ti mismo, y también a otros. A veces por querer complacer a los demás puedes meterte en problemas tú mismo.
- No pierdas en el enfoque. Si de verdad quieres mejorar tu situación económica este debe ser un objetivo que tengas en mente y que te motive a mantenerte por “el buen camino”.
Ahora que conoces las razones de tu problema con el dinero y tienes la información en tus manos para solucionarlo, lo siguiente es: ¿qué harás ahora al respecto?
Nota escrita para Harmonia.la, por Andrés Gananci, editor de gananci.com y emprendedor.