Una de las principales ventajas de poseer un Android solía ser la opción de aumentar el almacenamiento del teléfono con la ayuda de una tarjeta microSD. Esto aun es posible en la mayoría de los teléfonos; sin embargo, algunas marcas lentamente van apostando con mayor frecuencia a teléfonos inteligentes con unidades de almacenamiento interno sin posibilidad de expansión.
Apple fue una de esas empresas que siempre defendió dicha estructura a costa de comercializar gadgets con costos más elevados según su capacidad y recientemente Samsung se unió a dicho modelo de negocio al retirar la ranura de tarjetas microSD en sus Galaxy S6, característica que había acompañado a la familia S –como a muchas otras líneas de teléfonos– para ofrecer hasta 128 GB extras. Esta decisión no agrada a los usuarios porque si bien no todas las personas necesitan 128 GB de almacenamiento, existe quien gusta de llevar películas en el teléfono o documentar en video con ayuda de la cámara de su celular eventos personales que se complican demasiado cuando la capacidad es de 16 GB para el modelo más económico (en el caso de iPhone) o de 32 GB para otros modelos Android, y el contenido precargado del sistema en muchos casos ya de por sí ocupa entre 5 y 8 GB.
La primera teoría de esta decisión giraba en torno al sacrificio de la microSD en pro de un diseño mucho más Premium con cuerpo más delgado y sin tapas o ranuras que pudieran romper el concepto minimalista de los bordes.
La segunda postura respecto al entierro de las tarjetas de expansión tienen una justificación menos superficial y hace unos días Hugo Barra, vicepresidente de Xiaomi, realizó unas declaraciones muy convincentes respecto a por qué su marca es otra de las empresas que no planea volver a integrar tarjetas micro SD en sus celulares de gama más alta o Premium, en pro de un desempeño de alto rendimiento. De acuerdo con declaraciones ofrecidas a Engadget, Barra explicó que su equipo había tomado la decisión porque las microSD hacen a los teléfonos propensos a fallar y les provocan errores de funcionamiento en diferentes situaciones.
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Quizás esto no sería un problema tan grave si la gente utilizara tarjetas de alta velocidad, pero la gente no compra más capacidad precisamente para ahorrar dinero, así que al momento de elegir una microSD generalmente optan por las piratas o de bajo desempeño. “Al principio piensas que vas a comprar una Kingston o una SanDisk, pero en realidad no lo haces, y esas tienen una calidad extremadamente pobre, son lentas, a veces simplemente dejan de funcionar y eso le causa muchos problemas a la gente, las aplicaciones se cierran todo el tiempo, se pierde información, la gente tiene muchas quejas y dan como resultado consumidores frustrados”. En pocas palabras, pretenden evitar que pienses que la razón por la que tu teléfono es lento es por la calidad del celular antes de considerar que tal vez la verdadera razón es que estás usando una tarjeta de mala calidad.
Google piensa de la misma forma y esta es la razón por la que ninguno de los celulares Nexus ha tenido ranura de expansión.
Así que si te estabas preguntando por qué se ha hablado de la eliminación de esta característica en los teléfonos, la respuesta radica en la búsqueda de mejores resultados de desempeño, optimización del uso de batería y por supuesto un modelo de negocios que les permita obtener más dinero de cada modelo, pues aunque los dos primeros puntos suenen muy alentadores, las marcas nunca dejarán de ser ajenas a la obtención de más ganancias. Y muy a la par de esta discusión se encuentra también el de la fabricación de smartphones sin baterías extraíbles, que según palabras de Barra, también tiene que ver –al menos en el caso de Xiaomi– con una baja demanda de baterías sueltas, por lo cual es más rentable vender cargadores portátiles.