Los remakes han estado presentes en el mundo del cine desde hace décadas y han fungido como una oportunidad de oro para que los estudios de Hollywood, más allá de la finalidad monetaria, lleven relatos clásicos, ahora bajo un velo de actualización visual e incluso temática, a las generaciones más jóvenes. En el circuito del gaming los remakes también distan de ser novedad, pero lo cierto es que comenzaron a tomar fuerza desde que Capcom lanzó la nueva versión de Resident Evil 2 en 2019 y que dio por resultado una ola a la cual ahora se suma el remake de Silent Hill 2, considerada por muchos la entrega más representativa de la recién resucitada franquicia de horror de Konami.
La titánica responsabilidad de traer de vuelta Silent Hill 2 recayó en Bloober Team, estudio polaco que era mejor ubicado por juegos de género que no necesariamente gozaron de una reputación ideal entre el público adepto al horror, entre ellos Layers of Fear, Blair Witch y The Medium, y por ello el reflector del escepticismo se colocó encima del resultado que la desarrolladora eventualmente habría de entregar, considerando la calidad e impacto del juego que Konami lanzó hace 23 años en PlayStation 2.
Afortunadamente, Bloober Team no solo silencia todo comentario que juzgó a priori y desde una perspectiva negativa su remake de Silent Hill 2, sino que también se las ingenia para resucitar y actualizar un clásico que ha sido comentado y analizado hasta el cansancio, ampliando la duración de la experiencia, robusteciendo la atmósfera, subrayando los aspectos más tétricos y psicológicos, demostrando el poder visual de Unreal Engine 5, ofreciendo un apartado sonoro que engendra incomodidad, nerviosismo y desorientación, y luciendo estupendas interpretaciones y talentos de voz, lo que resulta en una travesía obligada de horror psicológico y en uno de los mejores y más espeluznantes títulos de survival horror que hemos jugado.
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Encarando viejos demonios
La premisa del remake de Silent Hill 2 es exactamente la misma del juego original. James Sunderland llega al misterioso pueblo Silent Hill tras recibir una carta de su esposa Mary, quien murió tres años atrás, en la que le dice estar esperándolo en aquel que era el lugar especial de ambos.
Confundido, pero decidido a encontrar a Mary, James se adentrará en el pueblo, conocerá a un puñado de personajes que le harán escudriñar en su propia mente, y se sumergirá en una jornada de pesadilla que le hará encararse con la verdad detrás de esa carta.
Horror psicológico acentuado
Uno de los factores que distancia a Silent Hill de otras franquicias de survival horror es que se inclina por el horror psicológico, es decir, en la percepción de sus protagonistas y en los trayectos internos que atraviesan. A partir de este pilar, la desarrolladora opta por acentuar el mundo alrededor de James con el fin de impactar en la noción del jugador y de colocarlo en los zapatos del estelar, envolviéndolo en los horrores en pantalla y sujetándolo a incertidumbres sobre lo que aguarda en las sombras.
Niebla y escasa visibilidad son sellos de Silent Hill, pero aquí encuentran un nuevo nivel de dominación. Éste es un juego en el que, para las secuencias en interiores, la luz de la linterna ilumina pocos metros adelante y ocupa apenas un espacio reducido en pantalla, dejando casi todo en la penumbra total y detonando un efecto de ansiedad en el usuario que a su vez está en sintonía con el infierno personal que el protagonista está viviendo.
¿Qué hay más adelante? Imposible saberlo, todo está cubierto en sombras. Y si a ello sumamos un apartado sonoro en el que ambiental y banda sonora se funden en una confusa amalgama que no permite distinguir si se está escuchando un monstruo al acecho, madera crujiendo, un golpe a la lejanía, una melodía basada en percusiones metálicas o simplemente un sonido abstracto, tenemos en manos un efecto de desorientación y nerviosismo en el jugador que le hará consultar una y otra vez el mapa, para saber si por lo menos está yendo en la dirección correcta, o en su defecto, que le hará apagar la consola para despejarse del miedo absoluto que este título realmente contagia, como fue nuestro caso en reiteradas ocasiones.
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Experiencia ampliada
Es imposible hablar del remake de Silent Hill 2 sin compararlo con el juego original de 2001 que desarrolló Team Silent. Dicho esto, la franquicia permaneció en el limbo durante una década (antes de que Konami recién la resucitara, lo último publicado era la legendaria demo P.T. lanzada en 2014), lo que hizo que ahora exista interés acumulado por parte de usuarios que no tuvieron la oportunidad de adentrarse en estos títulos en sus plataformas de origen, y para ellos es importante subrayar que no es necesario tener conocimiento previo sobre la saga para adentrarse en el remake que nos ocupa, pues es una historia contenida y que se ajusta al modelo survival horror. En otras palabras, si hay gusto por el horror, esta es una opción obligada.
Y para aquellos que crecieron con el original Silent Hill 2, es imperioso resaltar que aquí se encontrarán con exactamente la misma historia, vista ahora desde una perspectiva sobre el hombro, cuyos momentos han sido marcadamente ampliados (el juego de 2001 toma un promedio de nueve horas para acabar, mientras que nuestro primer run con el remake nos tomó casi 24 horas), con mecánicas pulidas de shooting y combate melee en las que hay espacio hasta para un movimiento de evasión de ataques —ojo, sin que esto implique que se haya sacrificado el eje survival horror—, y en la que el elenco brinda interpretaciones de altura que remarcan el espesor del argumento.
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Temas
Silent Hill 2 siempre puso sobre la mesa temas como culpa, enfermedad, pérdida, violencia doméstica y abuso sexual, pero el remake se toma el tiempo para exponerlos aún más y de una manera que orilla a remitirse, con un halo de tristeza y pesar, a experiencias cercanas o de las que supimos de primera mano. Probablemente sea consecuencia de que el remake llega 23 años después, tiempo suficiente para que cada quien acumuláramos vivencias y concientizaciones, pero lo cierto es que la jornada con esta nueva versión nos hizo sumergirnos en la memoria de familiares, amistades y gente cercana, evocando el dolor y la resignación. He ahí el poder de este juego.
Apartado técnico
Como mencionamos líneas más arriba, la fidelidad gráfica que Bloober Team consiguió con Unreal Engine 5 le permite ofrecer un mundo tangible de auténtica pesadilla, engullido por niebla y oscuridad, solitario, decadente y oxidado. Luz y sombras hacen danza macabra, mientras que el nuevo diseño de niveles acentúa el ángulo surrealista de este relato.
Y dentro del elogio técnico, es el diseño de audio el que se lleva el aplauso de pie. Estamos casi seguros de que no habíamos experimentado un ahínco de este calibre hacia un sonido que se mantiene al margen de explosiones, tiroteos y bajos. El remake de Silent Hill 2 necesita jugarse con audífonos para darse cuenta de cuán macabra puede ser la experiencia. Risas y susurros, ambientales fundidos con música, la propia respiración agitada de James y los aterradores ruidos que emiten los enemigos que aguardan en la penumbra, conforman un muro auditivo que resulta en una impecable y tétrica atmósfera.
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Comentarios finales
Es sencillo afirmar que Silent Hill 2 es uno de los mejores juegos de 2024. Lo interesante llega al caer en cuenta de que también es uno de los mejores remakes en gaming de todos los tiempos. Y quienes sean adeptos al género, sepan que para nosotros es desde ya uno de los survival horror más espeluznantes que hemos jugado en toda nuestra vida.
¿Es el remake de Silent Hill 2 superior al original? La respuesta es más compleja que emitir un simple “sí” o “no”. Pero en lo que no dudamos ni un segundo es en decir que ésta es la manera definitiva de experimentar Silent Hill 2.
Silent Hill 2
Calificación: 10/10
Developer: Bloober Team
Publisher: Konami
Disponible en PS5 y PC. Revisado en PS5
