Por Eduardo Barco
La presencia de videojuegos hechos en América Latina ha cobrado mayor notoriedad en los últimos años, de manera que títulos como Mulaka —del estudio mexicano Lienzo— y Hellbound —del desarrollador argentino Saibot Studios—, han sido reflejo moderno del gran talento que hay en esta parte del mundo.
Es en este contexto que SpaceBoy, estudio creativo multidisciplinario que se especializa en las artes visuales, hace su debut como desarrolladora de videojuegos con Hannah, una interesante propuesta de puzzle y plataformas en 3D que se allega de elementos de horror, y que fue creada con todo el poder del motor gráfico Unreal Engine 4.
Un misterio en las profundidades del mundo de Hannah
Dentro del Hannah tenemos el control del personaje titular, a quien llevamos a lo largo de una travesía para encontrar los pedazos de su muñeca Ronda, y para descifrar el misterio detrás de un ente mecánico que la va acechando en un mundo tétrico con ambientación de la década de los 80.
¿Qué es Hannah?
Hannah podría catalogarse como un juego puzzleplataformero, cuya perspectiva es a través de una protagonista que ve al mundo de gran tamaño, lo que hace que los diversos desafíos que el usuario irá encontrando giren en torno a situaciones “cotidianas”, como mover cajas, ensamblar engranajes, infiltrarse en una fiesta con máscaras, evitar ser atrapados por gnomos de jardín policías, entre otros.
La ambientación ochentera no es gratuita, ya que conforme el jugador avance irá desentrañando los secretos que aguardan en cintas VHS, floppy disks y los pedazos mismos de Ronda, coleccionables que están regados a lo largo de seis capítulos y que son esenciales para el desarrollo de la trama y para el desenlace que se obtendrá una vez superada la campaña.
En otras palabras, hablamos de múltiples finales que se desbloquean en atención a las acciones y coleccionables en mano, y que aseguran un alto grado de rejugabilidad.
Un mundo lúgubre con una excelente banda sonora
Sin titubear podemos decir que los apartados de Hannah que destacan con mayor facilidad son su estupenda dirección de arte y la hipnotizante banda sonora, elementos que nos resultaron reminiscentes a los de la película 9, lanzada en 2009, producida por Tim Burton y cuya figura protagónica también emprende una travesía en un setting lúgubre.
Cada ambiente del juego y diseño de personajes es único, y ello, combinado con una paleta de colores deslavada y sombría, acentúan el sabor de fantasía creepy, aún si de repente se hacen presentes algunos errores en texturas e iluminación que es imposible no ver.
Asimismo, la banda sonora —de perfil ambient— es reactiva a las diferentes situaciones que están ocurriendo en pantalla, lo que contagia tensión para resolver con apuro los diferentes puzzles.
Un viaje hacia un abismo con oportunidad
La única gran observación hacia Hannah es que es evidente que los desarrolladores destinaron una parte mayúscula del esfuerzo al apartado artístico, consecuencia (queremos pensar) del expertise del estudio. No hablamos de un aspecto negativo capaz de desvirtuar al juego, pero lo cierto es que el platforming puede sentirse obtuso por tanto ahínco a un control y a una cámara fija que están en atención a la forma y no a la jugabilidad.
Conclusión
Aunque el debut de SpaceBoy como developer de videojuegos tenga sus tropiezos, es imposible no subrayar la calidad artística que en todo momento brilla en Hannah, un juego que se suma a la lista de títulos que demuestran que en América Latina hay una gran vía para el desarrollo de videojuegos.
Calificación: 7
Hannah
Desarrollador: SpaceBoy
Disponible en Xbox Series X|S y PC. Revisado en Xbox Series X
