Los juegos independientes siempre son raros, y eso está bien. Y más o menos por eso nos gustó Swapmeat desde que comenzaron a llegar sus invitaciones para entrarle al laboratorio de la carne. Suena extraño, pero así es.
La verdad, es que en el pasado intentamos entrar a las pruebas cerradas que One More Game realizó, sin embargo, no tuvimos éxito… hasta esta ocasión. Tuvimos la oportunidad de participar en el Meat Lab 6 y hay varias cosas qué decirte, entre ellas, que no esperábamos que fuera tan divertido y tan complicado al mismo tiempo (casi nos duele el cerebro de tratar de memorizar qué hacía cada parte de los aliens de aparecieron en el Meat Lab 6), pero mejor te contamos de qué va la cosa.
1.- Una historia sin sentido
Básicamente, trabajar es el juego. Claro, con toques divertidos. Formas parte de una corporación obsesionada con la carne alienígena, así que tu deber es meterte en los planetas más peligrosos que te puedas imaginar, y deberás cultivar la carne para llevarla a tu nave. En tu aventura, tendrás dos opciones: estar en peligro o SER el peligro.
Y si mueres, no te preocupes, porque gracias a los Científicos de la Carne, te podrán armar con carne de dudosa procedencia, y puedes repetir el ciclo las veces que sea necesario.
2.- Reinventa y re-encarna
La mecánica principal de este juego es destruir a tus enemigos, y robarles sus partes carnosas (sin albur) para que te las pegues por todo el cuerpo (sin albur, aclarando otra vez). Te puedes pegar las piernas, las alas, un brazo, la cabeza, una silla (WTF) que te brindarán diferentes habilidades, que se suman a tus armas básicas.

Velocidad, aguante, distancia, desplazamientos… hay un montón de cosas para elegir, y las puedes ver y probar desde que inicia la prueba. Creo que esta es una de las cosas que más me gustaron, y que espero probar en el juego final, porque hay algunas cosas que no se pueden desbloquear -por obvias razones-, pero que nos dan un adelanto de cómo funcionarán en el futuro.
3.- Variedad de enemigos
Encaminado con el punto anterior, aquí no hay enemigos pequeños, así que no los subestimes. Puedes encontrar desde bichos muy pequeños que sólo te darán un brazo que no mide ni lo de tu cabeza hasta encontrar aliens voladores que te prestarán sus alas, sus patas y los misiles para que te los cargues en la espalda.
Durante la prueba, pudimos enfrentar a una cantidad de enemigos “básicos” que, si bien seguramente no representan lo más duro que te vas a encontrar, si te echan montón te meterán en problemas.

Te recomendamos aumentar la sensibilidad al máximo del movimiento y de la mira, la vas a necesitar (el juego es compatible con controles, por si no te quieres complicar la vida).
4.- Soporte multijugador
La experiencia multijugador, hasta lo que pudimos probar, es estable. Swapmeat promete sesiones entre amigos (spoiler, se van a terminar peleando) de hasta cuatro jugadores.
Lo que sí es que esperamos que la dificultad sea “adaptable”, ya que jugué con otra persona y sentí que la dificultad bajó drásticamente, pero igual, las cosas se pueden complicar por diferentes factores, como la aleatoriedad de las partes de la carne de los enemigos o los objetos que te encuentras y te ayudan a mejorar a tu científico de la carne.
5.- La suerte puede estar de tu lado (o en tu contra)
Este shooter alienígena cuenta con elementos de Roguelite, lo que quiere decir que algunos elementos dependen completamente de la suerte. En este caso, creemos que influye más en cuanto a los objetos que puedes obtener al derrotar a los enemigos, pues algunos como la ‘Leche de Rata’ (¿Eh?) te ayudarán a que tu carne esté más blanda y sea resistente… y hay otros que pueden hacer que tu velocidad aumente por un momento, que tengas resistencia a los ataques y demás.

Si esto está bien balanceado, podríamos tener un juego con buena rejugabilidad, pues prácticamente ninguna partida sería igual (como lo hacen otros juegos, como Balatro, donde cada run -partida- no cuenta con el mismo número de cartas, comodines y modificadores).
Esperamos con ansias la versión final, pero de menos, podemos decir que Swapmeat ha pasado la prueba de sabor y nos ha dejado con ganas de una deliciosa -y peligrosa- carnita alienígena asada.